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Entre Puerto Banús y San Pedro de Alcántara, en el exclusivo barrio de Cortijo Blanco, se encuentra Villa Alba, un ambicioso proyecto de interiorismo firmado por Alexandra Studio. Con una distribución en tres plantas y un enfoque en la fluidez espacial, esta villa ha sido concebida para combinar funcionalidad, confort y lujo con una planificación meticulosa. El diseño de Villa Alba responde a una misión clara: fusionar interior y exterior para aprovechar al máximo la luz natural y generar una continuidad entre espacios. "Nuestro objetivo ha sido crear un hogar que combine sofisticación y calidez, permitiendo a los propietarios personalizarlo con su propio estilo", explican desde el estudio. Desde la entrada, marcada por una imponente puerta pivotante de iroko, la vivienda despliega un recorrido armónico.
En la planta principal se ubican las zonas comunes, con un concepto abierto donde el salón, el comedor y la cocina fluyen en un único ambiente. La primera planta está destinada al descanso, con tres dormitorios en suite, mientras que la planta baja alberga una impresionante zona de ocio, con gimnasio, cine, bodega y sala de juegos. La azotea, equipada con jacuzzi y áreas de relax, completa el conjunto con un refugio privado para disfrutar de las vistas. El interior de Villa Alba ha sido diseñado con un enfoque funcional y estético, con detalles como las paredes de la planta principal, revestidas en piedra natural para conectar con el entorno, mientras que los suelos de cerámica en tonos beige aportan continuidad y calidez.
Las amplias ventanas correderas del salón permiten una integración perfecta con la terraza de 270 metros, donde el agua y la vegetación enmarcan un área diseñada para el disfrute. La piscina climatizada, el jacuzzi y la zona de descanso con sofá y butacas refuerzan la conexión con el paisaje. El mobiliario exterior, en tonos claros y madera, sigue la estética mediterránea, proporcionando una atmósfera relajada y elegante. La azotea añade otro nivel de disfrute, con un jacuzzi rodeado de tumbonas y una mesa con sillones de cuerda y cojines blancos, diseñada para contemplar las mejores puestas de sol sobre la costa marbellí.
La primera planta alberga los tres dormitorios principales, todos en suite y con acceso a terrazas privadas. El dormitorio principal destaca por un cabecero de cuero enmarcado en madera de roble, acompañado de espejos de bronce y mesitas de noche lacadas a medida. A los pies de la cama, un puff de bouclé con formas redondeadas refuerza la sensación de confort. El baño en suite, con una bañera exenta y vistas espectaculares, se convierte en un espacio de relajación absoluta. Los otros dormitorios siguen la misma línea decorativa, con detalles personalizados como cojines diseñados por Alexandra Studio, que aportan un toque de color y textura. Cada estancia mantiene su identidad sin perder la cohesión del conjunto.
El nivel inferior de la villa está concebido para el ocio y la desconexión. El gimnasio, equipado con máquinas de última generación, convive con una sala de cine que busca recrear la experiencia de una sala profesional con un diseño cálido y envolvente. Uno de los espacios más sorprendentes es la bodega oculta tras puertas discretas, que se abre a una elegante sala de juegos con mesa de billar negra y terminaciones en madera. En la zona de bar, la cocina de Gunni & Trentino en tonos oscuros y latón cepillado refuerza el estilo contemporáneo de la villa. "Quisimos crear una impresionante sala de juegos que equilibre perfectamente el lujo y la comodidad, ofreciendo un espacio donde la diversión y la relajación fueran el principal objetivo", explica Dominique Alexandra, cuyo enfoque se basa en la armonía entre diseño y funcionalidad, apostando por materiales nobles, texturas cálidas y una paleta cromática equilibrada.
