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Apartamento Zíper, transformado por Mana Arquitetura, celebra la conexión entre funcionalidad y belleza, donde la luz, el color y los materiales dialogan para crear un hogar lleno de carácter. La reforma tuvo como objetivo principal la unificación de los espacios sociales. La cocina, que anteriormente estaba delimitada, se abrió hacia la sala, logrando una atmósfera diáfana y envolvente.
Uno de los elementos clave fue el paramento vertical que delimita el área de lavandería, que se resolvió a modo de celosía, de forma que se oculta el espacio utilitario pero a la vez permite que la luz natural, proveniente de la ventana de la lavandería, se disperse por el apartamento. El resultado es una sensación de amplitud que rompe con los límites convencionales. La cocina combina la calidez de la madera con baldosas hidráulicas grises, un detalle que aporta textura y equilibrio visual. Este ambiente encuentra un punto focal en la librería antigua, reutilizada como vitrina, que introduce un toque de historia y carácter al diseño contemporáneo.
Las puertas del área privada y del lavabo se destacaron con un vibrante tono rojo, que funciona como un contraste audaz frente a la neutralidad de los tonos grises, blancos y madera a la vez que aporta dinamismo, reforzando la personalidad del apartamento. La sala se articula en torno a una estantería blanca hecha de hierro, cuya ligereza visual organiza el espacio sin sobrecargarlo. El diseño incluye un área de trabajo junto a una ventana de suelo a techo, que aprovecha la iluminación natural. La elección de materiales sencillos y una estética minimalista permiten que el entorno se sienta limpio y acogedor, fomentando la concentración. El dormitorio principal opta por una paleta de tonos suaves y acabados en madera, transmitiendo una atmósfera de calma y confort. Por otro lado, el segundo dormitorio fue adaptado a las necesidades del residente, que es psicólogo. Este espacio multifuncional combina una biblioteca y un área personalizada.
En los baños, el equipo de diseño apostó por un revestimiento de terrazo en tonos negros, marrones y blancos, una elección que mezcla tradición y modernidad. La grifería negra se suma al conjunto, aportando un toque contemporáneo y elegante. Estos detalles elevan el espacio, demostrando que incluso los rincones más funcionales pueden ser un ejercicio de diseño.