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Cuando la propietaria de esta casa en Kazán contactó con Margarita Kalinina, tenía claro lo que quería: un hogar acogedor, con toques de color rosa y detalles suaves que reflejaran su carácter dulce. Sin embargo, al tratarse de una familia joven con niños, la practicidad no podía quedarse fuera de la ecuación y había que tener en cuenta las preferencias del resto de los miembros. La originalidad de la propuesta de esta interiorista es la idea de integrar en los dormitorios papeles pintados de inspiración vintage que son tendencia en 2025.
Desde el primer vistazo, el concepto de un interior clásico con guiños chic y art déco se respira en cada rincón. Los zócalos venecianos, las ventanas y puertas con disposiciones tradicionales y el parquet en espiga crean una base atemporal que aporta equilibrio visual y funcionalidad, conectando los diferentes espacios con una estética sobria y elegante. Aunque suponemos que te estarás preguntando: ''¿Y qué hay de la chimenea?''. Descuida, que no nos hemos olvidado de ella.
En el recibidor, las lamas de madera pintadas de blanco, los percheros y el banco, recuerdan a las típicas mudrooms de las casas de campo.
La chimenea se encuentra en el centro del salón, con un renovado marco blanco, aunque lo que acapara todas las miradas es el papel pintado que queda envuelto por una fina moldura, con un verde suave como fondo. A cada lado de este particular jardín, unas molduras de patrón geométrico crean sendos marcos sobre un rosa empolvado, con dos apliques de latón en el centro. Un guiño al estilo art déco en toda regla.
Enfrente, aguarda un sofá de terciopelo en color gris, un par de elegantes mesas de centro tipo nido, un puf con base dorada a modo de taburete, una alfombra envejecida en tonos hielo y unas cortinas en rosa empolvado que se complementan con unos visillos más ligeros. Aunque no podríamos dejar de mencionar ese techo maravilloso con molduras que recrean, de nuevo, un patrón geométrico. Como colofón, un par de lámparas de latón suspendidas con formas de hojas.
Para separar la zona de salón del comedor y la cocina, la interiorista diseñó una estantería-vitrina empotrada en color blanco.
La cocina dispone de una coqueta isla central con almacenaje en un tono azul grisáceo. Este color se repite en algunas de las puertas, combinado con un gris suave y con el blanco. El contraste lo ponen los pomos y tiradores de metal dorado. Anexa a la isla, se encuentra la mesa de comedor, con sillas tapizadas en terciopelo rosa, a juego con los tonos del salón. El resultado es una cocina abierta al salón donde reina la armonía.
La casa también incluye una sala de lavandería con toques de color azul.
En el dormitorio principal, los detalles dorados, como los apliques en forma pájaros, aportan un toque de calidez y sofisticación que complementa los tonos rosados de las paredes, como el delicado papel pintado con dibujos de flora y fauna. Para equilibrar el conjunto, los acentos negros, como las mesitas de noche, el tocador y el mueble de TV, añaden contraste y evitan que el espacio resulte excesivamente dulce. Este balance entre colores y texturas crea una atmósfera acogedora y elegante que refleja la personalidad de la propietaria.
En el baño de la suite, los azulejos arabescos revisten la zona de la bañera y la ducha, mientras que el área del lavabo cuenta con un tocador.
Las habitaciones infantiles, diseñadas para los dos hijos de la familia, celebran la creatividad sin sobrecargar los sentidos. La habitación del hijo menor abraza una temática espacial, con planetas y asteroides que decoran la lámpara de techo y la pared del cabecero.
La habitación del hijo mayor combina funcionalidad y estética con un sofá gris melange y una litera metálica. Una pared de pizarra permite que la imaginación de los niños se despliegue libremente, mientras que su distribución funcional fomenta el juego y el aprendizaje.
El azul es el hilo conductor del baño infantil, más vivo en el mueble bajo lavabo y más apagado en los azulejos. La perfilería y los complementos en negro con acabado mate, junto al revestimiento de microcemento del sanitario y a las baldosas del suelo, recuerdan a la estética industrial.
Otro de los espacios que más conquista, es la habitación de invitados. Las paredes, revestidas con un precioso papel pintado con dibujos de conejos de la marca rusa Loymina, evocan una sonrisa y un sentimiento de nostalgia instantáneo. En el centro, una cama mostaza con cabecero tapizado a juego, aporta un toque moderno, mientras que las mesitas de noche de cristal y latón y los apliques dorados añaden un aire refinado.
En este baño, las paredes se decoraron con un papel pintado que ilustra un bosque en tonos azules y grisáceos, a tono con el color el mueble.
Lo más sorprendente de este proyecto es que todos los materiales son accesibles, sin recurrir a grandes marcas internacionales. Y aun así, el resultado irradia sofisticación.''La casa refleja los sueños y necesidades de cada miembro de esta hermosa familia joven'', concluye Kalinina.
Diseño interior: Margarita Kalinina. Estilismo: Sagdeeva Leisan.
Aránzazu Díaz Huerta es experta en decoración en Nuevo Estilo, por eso ha convertido su hogar en una especie de pop up store de las últimas tendencias, y por eso disfruta tanto elaborando contenidos sobre interiorismo. Además, se lo pasa genial buscando los hoteles más originales del mundo para sorprender a sus lectores. Le apasiona todo lo que tiene que ver con el hogar, pero también la moda, la belleza, el lifestyle y las mascotas, y aunque no tiene cuenta en TikTok, no se pierde ni un solo trend.
Se graduó en Comunicación Audiovisual en 2016 en la Universidad Pontificia de Salamanca, y continuó sus estudios con un máster en Periodismo Cultural por la Universidad San Pablo CEU. En el verano de 2017, hizo el curso de Escritura Creativa en la Escuela de Escritores de Madrid. Y cuando llegó la pandemia, se refugió en el Curso Online de Periodismo Especializado en Moda, Belleza y Estilo de Vida de la revista Vogue en Condé Nast College Spain. Además, como buena cinéfila que es, ha colaborado en el libro ''El clasicismo en el cine. Una mirada intergeneracional'', de D. Pedro Sangro Colón y D. Miguel Ángel Huerta Floriano.
Antes de comenzar su trayectoria en el mundo del periodismo freelance, pasó por la Cadena Ser de Oviedo y la revista cultural El Duende. También tuvo su propia columna de opinión en el periódico Salamanca RTV al día.
Desde el año 2017, colabora como redactora de contenidos online en Mi Casa, Nuevo Estilo y otras revistas del Grupo Hearst, incluyendo el departamento de Branded Content. En su tiempo libre, escribe relatos de ficción y no ficción, habiendo publicado en la revista literaria Fábula, y hace fotografías de paisajismo (especialmente, de lugares donde haya flores).
