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¿Un piso de 65 metros cuadrados puede convertirse en un ejemplo de arquitectura revolucionaria? Definitivamente, sí. Eso es justo lo que han conseguido los arquitectos Noelia de la Red y Jordi Ribas en su último proyecto, ubicado en pleno Eixample de Barcelona. Este pequeño apartamento, construido en 1910, se ha transformado bajo el lema ''menos es más'', apostando por un diseño que rompe con la vivienda convencional para crear un espacio tan funcional como versátil.
Adiós a los muros, hola al vacío
El punto de partida no era precisamente un lienzo en blanco, sino una vivienda oscura y muy compartimentada, donde las habitaciones superaban en número a las ventanas. Sin embargo, los arquitectos decidieron darle un giro radical a esta narrativa, eliminando las particiones y dejando que el vacío hablara por sí mismo. Y es que aquí no se trata de llenar la vivienda de cosas, sino de ofrecer la libertad de reinterpretarla cada día. Un enfoque solo apto para almas disruptivas.
El corazón de esta transformación reside en dos elementos clave: la cocina y el baño, diseñados por la firma CUBRO. Según los arquitectos, son ''los medios mínimos para habitar un lugar'', y alrededor de ellos surge la magia. Sin habitaciones fijas, mediante el uso de paneles móviles, el espacio se adapta a las necesidades de sus habitantes, con una circulación fluida gracias a los múltiples accesos. ¿Un rincón para teletrabajar? ¿Un salón improvisado para invitados? Tú decides.
La cocina como epicentro del hogar
Convertida en la protagonista de la vivienda, la cocina cuenta con una amplia península que integra espacio de almacenaje, zona de cocción y fregadero. La estructura queda envuelta por la geometría de unos azulejos en un color azul vibrante –a tono con los tiradores–, jugando con la perspectiva del ojo. A su vez, los azulejos sirven para marcar sutilmente las zonas de tránsito, conectando los espacios.
Y mientras la cocina invita a la interacción, el baño no se queda atrás. Este funciona como un contenedor flexible con paneles móviles que permiten reorganizar el espacio según las necesidades del momento, demostrando que el diseño funcional no está reñido con la creatividad.
El verdadero ingenio de este proyecto radica en su enfoque fuera de lo común: redefinir la vivienda no como un producto de mercado, sino como un espacio para ser vivido, reinventado y disfrutado por aquellos que lo habitan. Al apostar por el vacío como vertebrador del diseño, la arquitectura se transforma en un marco abierto, lleno de posibilidades.
En palabras de sus creadores, este proyecto es más que una rehabilitación, es una invitación a explorar una nueva forma de habitar, donde el espacio, en lugar de dictar reglas, se pliega a los deseos de quien lo ocupa.
¿Es este el futuro del diseño? Puede que sí, al menos, en lo que a aprovechar el espacio de las viviendas pequeñas se refiere. En cualquier caso, este apartamento del Eixample marca el camino, invitándonos a experimentar el arte de vivir de un modo más funcional y austero.
Arquitectos: Noelia de la Red y Jordi Ribas, de All Around Lab. Colaboradores: Mònica Piqué. Mobiliario integrado en cocina y baño, de CUBRO.
Aránzazu Díaz Huerta es experta en decoración en Nuevo Estilo, por eso ha convertido su hogar en una especie de pop up store de las últimas tendencias, y por eso disfruta tanto elaborando contenidos sobre interiorismo. Además, se lo pasa genial buscando los hoteles más originales del mundo para sorprender a sus lectores. Le apasiona todo lo que tiene que ver con el hogar, pero también la moda, la belleza, el lifestyle y las mascotas, y aunque no tiene cuenta en TikTok, no se pierde ni un solo trend.
Se graduó en Comunicación Audiovisual en 2016 en la Universidad Pontificia de Salamanca, y continuó sus estudios con un máster en Periodismo Cultural por la Universidad San Pablo CEU. En el verano de 2017, hizo el curso de Escritura Creativa en la Escuela de Escritores de Madrid. Y cuando llegó la pandemia, se refugió en el Curso Online de Periodismo Especializado en Moda, Belleza y Estilo de Vida de la revista Vogue en Condé Nast College Spain. Además, como buena cinéfila que es, ha colaborado en el libro ''El clasicismo en el cine. Una mirada intergeneracional'', de D. Pedro Sangro Colón y D. Miguel Ángel Huerta Floriano.
Antes de comenzar su trayectoria en el mundo del periodismo freelance, pasó por la Cadena Ser de Oviedo y la revista cultural El Duende. También tuvo su propia columna de opinión en el periódico Salamanca RTV al día.
Desde el año 2017, colabora como redactora de contenidos online en Mi Casa, Nuevo Estilo y otras revistas del Grupo Hearst, incluyendo el departamento de Branded Content. En su tiempo libre, escribe relatos de ficción y no ficción, habiendo publicado en la revista literaria Fábula, y hace fotografías de paisajismo (especialmente, de lugares donde haya flores).