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El estudio de interiorismo de Raquel González ha sido el responsable de la transformación de esta vivienda antigua de 180 metros cuadrados en Vizcaya, en la que se han reubicado todos los espacios. Los propietarios, una pareja sin hijos, tenían como objetivo modernizar y abrir los espacios, pasando de una distribución tradicional compartimentada de cuatro dormitorios, un vestidor, un despacho, salón, comedor, cocina y cuatro baños, a un diseño más contemporáneo con una zona de día semiabierta, compuesta por el salón-despacho y la cocina-comedor, y una zona de noche con un único dormitorio en suite que incluyera dos vestidores y dos baños, uno para cada uno de ellos.
En cuanto a la decoración, la interiorista ha conseguido crear armonía entre piezas de diferentes estilos. El uso del papel pintado, elementos Mid Century como hilo conductor en muebles y accesorios, y el color azul petróleo como acento de toda la vivienda, han sido la clave. Además, la carpintería de roble y los armarios se han diseñado a medida, con especial atención a los detalles y acabados de alta calidad.
La vivienda, de arquitectura clásica, pero con los techos no especialmente altos, requirió soluciones creativas para las molduras. ''Optamos por usar dos tipos de molduras en toda la vivienda: una con forma escalonada y una cornisa curva que aporta suavidad a la transición entre techo y pared'', explica Raquel González.
El espacio que funciona como recibidor, se ha semicerrado con un muro a media altura, con cuarterones de madera y cristal en la parte superior. Una solución que ha permitido que el recibidor se llene de luz y permitiendo una vista abierta del salón y la terraza. En el murete se ha colocado una consola con sobre de mármol Arabescato, una lámpara de mesa con pie de cerámica y una escultura de hierro lacado muy decorativa. Al quedar ambos espacios abiertos, se han mantenido el mismo suelo y la misma paleta de colores y elementos decorativos.
Desde el primer momento que se entra en la vivienda, se observan detalles Mid Century perfectamente adaptados a una estética contemporánea. Líneas limpias, suaves curvas, tonos suaves con un toque de color, materiales naturales y una decidida apuesta por la funcionalidad y el cuidado de los detalles.
Los casi 4 metros cuadros del aseo de cortesía reflejan un estilo contemporáneo con toques clásicos gracias al uso del papel pintado con un estampado de diamantes en tono verde agua, las lámparas de techo diseñadas por Agustín Gascón con tulipas de cristal opalino soplado y una elegante pieza esférica de mármol en color verde, además de las molduras de los techos. Originalmente, el espacio que ocupa este baño era la entrada de servicio de la vivienda y parte de un baño.
El mueble de lavado, diseñado por la interiorista, presenta una estructura con dos secciones diferenciadas: una zona más profunda para el lavamanos y otra más estrecha para almacenamiento, permitiendo optimizar el espacio y crear un cuarto de baño amplio y cómodo.
El área de lavandería y planchado se ha ubicado en el lugar donde originalmente se encontraba la cocina para aprovechar todas las bajantes y las instalaciones existentes. Se ha diseñado un mueble a medida con espacio para el fregadero, almacenamiento y un área para la plancha. La balda superior del armario sirve para alojar la barra de colgado para la ropa planchada o lavada, además de ayudar a enmarcar la altura de la columna de armario, dejando la salida del aire acondicionado libre y discretamente disimulada. El uso de papel pintado con motivos vegetales y muebles con frentes de color topo aporta un toque fresco y moderno a este espacio funcional. Para maximizar la organización, se han incorporado múltiples compartimentos y estantes para guardar tanto productos de limpieza como cestas para la ropa.
Como los propietarios querían un salón con comedor independiente, este se ha ubicado en la zona más luminosa de la vivienda, con acceso directo a la terraza y conexión con la cocina y el comedor. Para añadir un toque clásico, se ha colocado una moldura en el perímetro del salón y el despacho, con un diseño de cuadrados de baquetón con moldura pequeña. Una elección que aporta un detalle elegante y contribuye a crear una transición suave entre las distintas áreas de la zona de día.
En el acceso al salón, se ha integrado un pequeño espacio de teletrabajo, separado visualmente por un decorativo biombo antiguo chino de cuatro hojas. Un espacio funcional para el teletrabajo o estudio.
Para delimitar la zona de salón, se ha colocado una alfombra de gran tamaño con un estampado geométrico en tonos beige y azul que unifica toda el área de estar. En esta parte de la casa, destacan los colores azul, negro y blanco, que se reflejan en el mobiliario, la decoración, los textiles y la iluminación.
La librería diseñada a medida ocupa toda la pared del salón y flanquea la chimenea de leña, con una distribución simétrica en un estilo clásico que incluye molduras. El diseño de la librería presenta almacenamiento en la parte inferior y estanterías abiertas para exponer objetos pequeños en la superior. Además, cuenta con puertas correderas que ocultan el televisor cuando no está en uso, permitiendo que la chimenea sea el centro de atención. La chimenea es un modelo de leña diseñado a medida con marco de mármol pulido mate y detalles en madera, combinado con el fondo de las estanterías y el suelo.
Algunas piezas antiguas de la propiedad se han restaurado y adaptado al estilo decorativo del proyecto, como la chaiselongue de estilo Mid Century, retapizada con una tela de terciopelo azul a juego con el estampado de la alfombra.
Tanto desde el salón como desde el comedor, se accede a la terraza de la vivienda. Se ha diseñado como un área de estar al aire libre con un cómodo sofá de dos plazas, una butaca y dos mesas auxiliares que ayudan a no saturar el espacio. Las plantas y la alfombra y cojines de exterior aportan el toque cálido y acaban de vestir el espacio exterior.
El comedor, independiente del salón, se integrado con la cocina, pero delimitado por un tabique que los separa. Ambos espacios están separados del salón por unas puertas correderas de cristal con carpintería de roble.
En el comedor destaca la combinación de varios estilos decorativos, tanto clásicos como contemporáneos, que se unen perfectamente creando un ambiente ecléctico y armonioso. La mesa, con sobre de cerámica y base de metal lacado con líneas geométricas, encaja perfectamente con las sillas de estilo Mid Century y la lámpara antigua de cristal de Murano. La vitrina de madera de olmo, que alberga parte de la colección de vajillas de los propietarios, refleja a la perfección esta fusión entre lo clásico y lo contemporáneo.
Una de las peculiaridades de esta vivienda es que la cocina estaba originalmente en la zona de servicio, en el otro extremo de la casa. Se decidió trasladarla para que estuviera más cerca del salón y el comedor.
El cambio de ubicación implicó ajustes estructurales significativos, que fueron posibles gracias a que la vivienda es un primer piso y tiene un garaje subterráneo debajo. Además de las nuevas bajantes, ha sido necesario implementar nuevos aislamientos, especialmente acústicos.
La cocina, con una distribución en forma de L y una barra alta, está separada del comedor por un tabique semiabierto, permitiendo así la entrada de más luz natural. Esta distribución del mobiliario ha permitido un diseño funcional que aprovecha tanto el acceso directo a la terraza como la luz natural de la ventana, bajo la cual se ha instalado una pequeña barra adosada a la pared. En uno de los tramos, los muebles, que van de suelo a techo, albergan la despensa, el frigorífico panelado y la columna del horno y el microondas, mientras que la pared frontal está destinada a la zona de cocción y aguas, con módulos bajos y altos. En la esquina, se han dejado algunos módulos altos abiertos para aliviar visualmente la pared y añadir un toque decorativo.
Regresando al recibidor, desde la zona de despacho-salón, que se encuentra en el lado opuesto a la terraza, se accede a la suite principal, que incluye dos vestidores y dos cuartos de baño, cada uno para un miembro de la pareja.
Los vestidores y el dormitorio se han cubierto con una moqueta en color piedra, un sello inconfundible de Raquel González. ''Este tipo de pavimento es ideal para los dormitorios porque ayuda a maximizar la calidez y la comodidad, además de actuar como aislante térmico y acústico'', dice la interiorista.
El dormitorio, de planta rectangular, se divide en dos zonas distintas, separadas por una cómoda vintage restaurada. En el acceso al dormitorio se ha creado un espacio de relax y lectura con un sillón con reposapiés tapizado en terciopelo, a juego con las cortinas y el cabecero del dormitorio. Este rincón está acompañado por una lámpara TMM y una mesita auxiliar con estructura de forja de hierro y tapa en negro mate, diseño de Tristan Domecq.
Al fondo del dormitorio, donde entra la luz natural por una de las dos ventanas, se encuentra la zona de dormir. La cama se ha equipado con un cabecero tapizado con tachuelas, diseño de Raquel González, y un par de apliques de lectura Yuh, diseño de Gam Fratesi para Louis Poulsen, con base de latón cepillado y pantalla de aluminio pintado.
Desde el vestidor más amplio se accede a los dos cuartos de baño, que también se han diseñado para cada uno de los miembros de la pareja: uno con bañera y el otro con ducha.
La forma ovalada es habitual en este tipo de decoración entre clásica y contemporánea. El mueble en tono oscuro pone el acento masculino al espacio. Un color que se repite en la vitrina y la grifería y que se ha suavizado con el gris claro del papel pintado y el tono neutro, además de las curvas de la encimera.
El espejo de líneas clásicas con marco dorado, a juego con los tiradores de Formani en acabado metálico, añade ese toque glamuroso que combina perfectamente con el resto de elementos, a los que añade un contraste sumamente elegante. Los apliques aportan el toque retro que respira la estética de la vivienda.
En el cuarto de baño de ella, Raquel González se ha inspirado en los baños lujosos que priorizan el cuidado personal. Para ello, ha diseñado un mueble lavabo con apariencia de tocador e incorporado una bañera exenta, dos elementos muy en tendencia en la actualidad. El revestimiento, inspirado en el mármol clásico blanco, ofrece un aspecto sumamente natural y lujoso gracias a las vetas doradas y grisáceas que destacan sobre el fondo blanco roto y que simulan el efecto de una superficie erosionada.
El blanco, el gris y el beige combinados con la madera natural consiguen un espacio neutro, tranquilo y silencioso.
Proyecto e información: Cortesía de Raquel González Interiorismo. Estilismo: Cristina Rodríguez Goitia.
Aránzazu Díaz Huerta es experta en decoración en Nuevo Estilo, por eso ha convertido su hogar en una especie de pop up store de las últimas tendencias, y por eso disfruta tanto elaborando contenidos sobre interiorismo. Además, se lo pasa genial buscando los hoteles más originales del mundo para sorprender a sus lectores. Le apasiona todo lo que tiene que ver con el hogar, pero también la moda, la belleza, el lifestyle y las mascotas, y aunque no tiene cuenta en TikTok, no se pierde ni un solo trend.
Se graduó en Comunicación Audiovisual en 2016 en la Universidad Pontificia de Salamanca, y continuó sus estudios con un máster en Periodismo Cultural por la Universidad San Pablo CEU. En el verano de 2017, hizo el curso de Escritura Creativa en la Escuela de Escritores de Madrid. Y cuando llegó la pandemia, se refugió en el Curso Online de Periodismo Especializado en Moda, Belleza y Estilo de Vida de la revista Vogue en Condé Nast College Spain. Además, como buena cinéfila que es, ha colaborado en el libro ''El clasicismo en el cine. Una mirada intergeneracional'', de D. Pedro Sangro Colón y D. Miguel Ángel Huerta Floriano.
Antes de comenzar su trayectoria en el mundo del periodismo freelance, pasó por la Cadena Ser de Oviedo y la revista cultural El Duende. También tuvo su propia columna de opinión en el periódico Salamanca RTV al día.
Desde el año 2017, colabora como redactora de contenidos online en Mi Casa, Nuevo Estilo y otras revistas del Grupo Hearst, incluyendo el departamento de Branded Content. En su tiempo libre, escribe relatos de ficción y no ficción, habiendo publicado en la revista literaria Fábula, y hace fotografías de paisajismo (especialmente, de lugares donde haya flores).