Esta casa de Madrid con vistas al Santiago Bernabéu ha sido reformada por prestigiosos interioristas: "Mezclamos muebles de herencia familiar o de los años 70 con piezas actuales de diseño"

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Cuando se tienen grandes pasiones es difícil ocultarlas. Muy al contrario, el propietario de este piso hace alarde de ellas convirtiendo este universo sentimental en el sello identitario de su casa. Situada en una zona emblemática de la capital por su importante estadio de fútbol y, sobre todo, por estar junto a una de las arterias principales de la ciudad, las interioristas Mónica Gómez-Cuétara y Silvia Hermosilla Gómez-Cuétara, del estudio HGC, han sabido reflejar todos los deseos del dueño con una reforma integral a la medida de quien la habita, llena de guiños estéticos y soluciones ad hoc. "El cliente ha confiado plenamente en nosotras pero tenía las ideas muy claras y hubo pautas pactadas. Por ejemplo, él es un gran aficionado al fútbol y seguidor del Real Madrid y quería dar relevancia al estadio Santiago Bernabéu”. La vivienda mira al coloso de cara a través de las enormes cristaleras que abrazan el salón. También deseaba una distribución tipo loft con un único dormitorio, pero que a su vez se pudiera convertir en una casa familiar con habitaciones para invitados cuando fuera necesario, y quería que la cocina no se viera, aunque le encanta recibir.

Todo ello se solucionó con un nuevo trazado abierto, muy flexible. "Jugamos con habitaciones polivalentes y puertas correderas de suelo a techo que hacen las veces de paredes divisorias”, explican desde el estudio HGC. Así los espacios se amplían o se independizan según las necesidades.

Fue prioridad absoluta transformar una casa oscura, con mucho pasillo y habitaciones pequeñas, varias terrazas cerradas, techos bajos y madera, en una vivienda luminosa, etérea, de estilo contemporáneo... Otra premisa ha sido poner en valor la importante colección de arte del dueño, que sirve de hilo conductor en las distintas habitaciones, y el dúo cromático azul y verde que dictó la paleta en los interiores y en las carpinterías y panelados. Estos, con adornos en latón, son un elemento ornamental clave que aporta mucho carácter. Las interioristas pusieron especial cuidado en la calidad de los materiales y en los detalles, como los revestimientos de caliza o los papeles pintados con evocadores paisajes románticos que visten lugares tan prosaicos como los baños... O el singular sistema de foseados en los techos para ocultar la iluminación. Y luego está el mobiliario. El eclecticismo refinado es uno de los aciertos decorativos. "Mezclamos muebles de herencia familiar o de los años 70 con piezas actuales de diseños rectos o curvos. Nos gusta pensar que es un look clásico depurado, con claras influencias inglesas y algunas mediterráneas", concluyen. En definitiva, un melting pot deslumbrante y sobrio.

La zona de estar combina sofás modernos, butacas envolventes y piezas especiales, como el sillón de cuero Kroken de los años 70, de Ake Fribytter para Nelo Möbel. Una enorme terraza, en origen cerrada, se asoma al estadio del Real Madrid. Cortinas de lino, de KA International, matizan la luz que entra por las cristaleras.

¿Hay mejor paisaje para un apasionado madridista que la imponente silueta del estadio Santiago Bernabéu "colándose"en su salón?

Perspectiva del salón con foseados en el techo que ocultan el sistema de iluminación.

La magnífica colección de cuadros del propietario es otro de sus grandes tesoros. Sobre estas líneas, obra de Carmen Calvo. Luce en el hall, sobre un banco de boucle y una alfombra, de Asan, a medida.

Un mueble panelado preside el salón y oculta el televisor y los radiadores. Los textiles tienen mucha presencia: la alfombra, hecha a medida en India, enmarca una mesa central tapizada, como el escabel, con tela de Morris & Co (en Gancedo). Los sofás llevan tapicerías blancas y se animan con cojines del estudio HGC y de Casa Chivi. Dos butacas en terciopelo, de La Redoute, cierran el estar.

Detalle sobre la mesa de centro: un decantador utilizado como jarroncito.

Obra de Cayetana Llopis integrada en la librería. Delante, una silla de cuero y madera de herencia familiar.

La cocina, a la izquierda y a la derecha del comedor, queda integrada en este espacio con unas puertas escamoteables azules y una encimera con fuegos escondidos (Cooking Surface). Todo, de Moretti. En la columna se exhibe un cuadro de luz de Fernando Cuétara (en la galería Tamara Kreisler).

Londres inspira el panelado verde, las telas estampadas y los papeles pintados. El Mediterráneo está presente en el suelo de caliza y las texturas blancas.

Muebles de estilo moderno componen conjuntos muy equilibrados que mezclan materiales y colores. Como en el comedor, con mesa de mármol verde alpi, de Italia, con las sillas de boucle, procedentes de H&M Home.

Mónica Gómez-Cuétara y Silvia Hermosilla Gómez-Cuétara, del estudio HGC, son las autoras de la reforma. Posan delante de la cocina panelada en azulón y las puertas verdes de uno de los armarios. Estos dos colores, propuestos por el propietario a partir de unos coches clásicos que colecciona, son referencia cromática en toda la casa.

La carpintería tiene un rol fundamental. En el cabecero del dormitorio, un panelado con molduras y pintado en verde realza la cama. Unas puertas correderas unen o separan este espacio de descanso de una salita anexa, con roperos a juego y un sofá, de La Redoute, coronado por una obra de Fernando Cuétara.

El pasillo se ha vestido con armarios verdes con tiradores de vidrio hechos a mano en Bulgaria. Cuadro, de Miguel Vallina,galería Tamara Kreisler.

Cuadro de Miguel Vallina, sobre la bañera (galería Tamara Kreisler).

Las paredes del segundo baño se han forrado con papel pintado, de Les Dominotiers (Pepe Peñalver). Al fondo, obra de Jaume Plensa.