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¿Sabes esas casas de diseño en las que absolutamente todo es perfecto? No hablo de una perfección anodina y sin alma, sino de esa que te hace suspirar y te obliga a guardar cada imagen en tu tablero de inspiración de Pinterest. Pues bien, la casa que estás a punto de ver es una de ellas. Ubicada en el barrio de Kitsilano, en Vancouver, se trata de la vivienda familiar de la interiorista Gillian Segal, su esposo Adam, sus dos hijas Gigi y Coco, y su pomerania Bambi. Para Segal, diseñar su propia casa desde cero fue una oportunidad única para crear un espacio que reflejara sus necesidades familiares, pero también su pasión por el diseño. "Estábamos muy emocionados de tener la oportunidad de crear un hogar para nuestra creciente familia; teníamos una hija cuando compramos el terreno y tuvimos la segunda después de mudarnos", comenta.
Construida en 2017, la casa combina con maestría influencias art decó, diseño contemporáneo y elementos de la arquitectura tradicional, tanto en interiores como en exteriores. Sin embargo, como suele ocurrir en la vida real, el proceso no fue fácil. "Este proceso me enseñó que soy mi peor clienta. Abrazando una multitud de estilos y géneros de diseño, empujando continuamente los límites y estando expuesta a una amplia gama de productos e ideas, me costó mucho comprometerme con un enfoque particular". ¿Y quién podría juzgarla?
Gillian se inspiró en la arquitectura y el diseño art decó, buscando llevar el glamour de sus líneas limpias a su hogar con un toque contemporáneo.
El ambiente de la casa refleja un equilibrio entre sofisticación y comodidad, modernidad y tradición, elegancia e informalidad, todo ello en un entorno cálido. "Quería crear balance y contraste entre un ambiente sofisticado pero relajado, moderno pero también tradicional, elevado pero casual, y sobre todo cálido", explica Segal.
Las formas y curvas juegan un papel fundamental tanto en la arquitectura como en el mobiliario. ''Las líneas curvilíneas siempre me parecen gráciles y acogedoras. Al infundir un toque de glamour, veo la iluminación como la escultura o las joyas del hogar. Además, para mantener un ambiente acogedor, utilicé texturas y colores naturales, como la alfombra de sisal en el salón y la silla de terracota''.
La distribución de la casa en tres niveles contribuye a esa atmósfera de funcionalidad y estética cuidada. En la planta principal se encuentran el vestíbulo, un aseo, la cocina, el comedor y el salón. En la planta superior se ubica la suite principal junto con dos dormitorios para los niños y un baño compartido. El sótano alberga una sala de juegos, un gimnasio, una zona de televisión y relax, una lavandería y un baño de invitados.
Colores neutros como telón de fondo
La gama de colores utilizada es neutral y serena, proporcionando un telón de fondo perfecto para experimentar con muebles, decoración y textiles. De este modo, se usó un blanco más oscuro (AF Steam de Benjamin Moore) a lo largo de la casa, combinado con un hormigón blanco pulido en el suelo principal y bellos mármoles para la chimenea y las encimeras de los baños. El contraste y la calidez se lograron con la carpintería de roble teñido y cerusado, complementada por accesorios de latón sin lacar que, con el tiempo, desarrollarán una pátina única.
En la isla de la cocina, Segal optó por una losa de porcelana en lugar de mármol, por su durabilidad y bajo mantenimiento. "Quería algo que pudiera resistir mucho uso sin mostrar desgaste. Al no haber trabajado con este producto antes, surgió el entusiasmo de experimentarlo en mi propia casa antes de recomendarlo a los clientes".
Una decoración con alma propia
Los detalles y los elementos utilizados en la decoración reflejan el enfoque ecléctico y la atención personalizada que caracterizan a Gillian Segal. En el vestíbulo, destaca un espejo ajedrezado hecho a medida por Hannah Polskin, una mesa de mármol vintage y lámparas colgantes de Lindsay Adelman. En el comedor, los protagonistas son la mesa diseñada por el diseñador local Christian Woo, las sillas de comedor vintage y una luminaria de Randy Zieber, otro creador de Vancouver.
La cocina cuenta con taburetes de bar diseñados por Thomas Hayes y una lámpara vintage. En el salón, encontramos una alfombra de sisal hecha a medida que sigue los contornos de la habitación, una mesa auxiliar Cassina, un sofá curvado personalizado de FFABB, una lámpara de pie vintage de Caprani, una silla de color terracota también vintage, y una silla amarilla de CB2 retapizada con una tela a rayas de Raf Simons. Los otomanos y otros elementos son también piezas vintage cuidadosamente seleccionadas. Por otro lado, en el dormitorio principal, el cabecero y las mesitas de noche se hicieron a medida por WD Furniture, la ropa de cama es de Pisolino y las lámparas del techo de Apparatus Studio.
La habitación de juegos está decorada con un papel pintado con motivos exóticos.
Con el que, sin duda, ha sido su proyecto más personal, Gillian Segal ha dado forma a un hogar que combina personalidad y funcionalidad, donde cada pieza se ha elegido pensando en aportar elegancia y calidez, pero también para resistir al bello caos y la alegría que supone vivir con niños pequeños y una mascota. A nosotros, desde luego, nos ha conquistado.
Proyecto e información: Cortesía de Gillian Segal.
Aránzazu Díaz Huerta es experta en decoración en Nuevo Estilo, por eso ha convertido su hogar en una especie de pop up store de las últimas tendencias, y por eso disfruta tanto elaborando contenidos sobre interiorismo. Además, se lo pasa genial buscando los hoteles más originales del mundo para sorprender a sus lectores. Le apasiona todo lo que tiene que ver con el hogar, pero también la moda, la belleza, el lifestyle y las mascotas, y aunque no tiene cuenta en TikTok, no se pierde ni un solo trend.
Se graduó en Comunicación Audiovisual en 2016 en la Universidad Pontificia de Salamanca, y continuó sus estudios con un máster en Periodismo Cultural por la Universidad San Pablo CEU. En el verano de 2017, hizo el curso de Escritura Creativa en la Escuela de Escritores de Madrid. Y cuando llegó la pandemia, se refugió en el Curso Online de Periodismo Especializado en Moda, Belleza y Estilo de Vida de la revista Vogue en Condé Nast College Spain. Además, como buena cinéfila que es, ha colaborado en el libro ''El clasicismo en el cine. Una mirada intergeneracional'', de D. Pedro Sangro Colón y D. Miguel Ángel Huerta Floriano.
Antes de comenzar su trayectoria en el mundo del periodismo freelance, pasó por la Cadena Ser de Oviedo y la revista cultural El Duende. También tuvo su propia columna de opinión en el periódico Salamanca RTV al día.
Desde el año 2017, colabora como redactora de contenidos online en Mi Casa, Nuevo Estilo y otras revistas del Grupo Hearst, incluyendo el departamento de Branded Content. En su tiempo libre, escribe relatos de ficción y no ficción, habiendo publicado en la revista literaria Fábula, y hace fotografías de paisajismo (especialmente, de lugares donde haya flores).