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Antes de convertirse en un impresionante chalet de montaña con paredes de piedra y techos de madera, esta vivienda situada en los Alpes suizos era un antiguo establo. En la planta inferior se disponía la cuadra, y la planta superior era un granero. Ambas quedaban conectadas por la típica escalera que, seguro, habrás visto en un sinfín de películas.
El arquitecto Massimo Brambilla –encargado de la reforma integral–, se aseguró de respetar la estructura original para mantener la sensación de nostalgia, pero al mismo tiempo dio forma a una casa muy confortable, adaptada a las necesidades de la vida moderna y siguiendo un estilo rústico, afín al entorno montañoso donde se encuentra.
Tanto el tejado como las vigas son elementos originales de la construcción.
Lo primero que llama la atención al entrar al chalet, es la doble altura del salón, con grandes ventanales que permiten contemplar el paisaje, y una chimenea imprescindible para el frío invernal. A lo largo de toda la vivienda, los materiales naturales conviven y contrastan con los acabados modernos. Lo mismo ocurre con las piezas del mobiliario. En el salón, el sofá modular de diseño contemporáneo, se ubica frente a una antigua puerta de madera, realizando un guiño a los orígenes como establo.
La cocina se planteó con muebles modernos sin tiradores, combinando el color topo con acabado lacado y algunos detalles en verde lima. Como encimera, se optó por la piedra, en una tonalidad que combina con el suelo radiante. En la misma cocina, se dispuso la zona de comedor, con una amplia mesa de madera rústica y elegantes sillas. Asimismo, la cocina cuenta con un discreto acceso a uno de los baños.
Los dormitorios siguen la misma línea cromática y material que el resto del chalet, con paredes de piedra vista y muebles de madera. Además, cuentan con su propia salida a la calle e incluso con baño privado, ofreciendo una mayor autonomía y privacidad a los huéspedes.
¿Te gustaría pasar tus vacaciones de invierno en este chalet? 😉
Proyecto e información: Cortesía del arquitecto Massimo Brambilla.
Aránzazu Díaz Huerta es experta en decoración en Nuevo Estilo, por eso ha convertido su hogar en una especie de pop up store de las últimas tendencias, y por eso disfruta tanto elaborando contenidos sobre interiorismo. Además, se lo pasa genial buscando los hoteles más originales del mundo para sorprender a sus lectores. Le apasiona todo lo que tiene que ver con el hogar, pero también la moda, la belleza, el lifestyle y las mascotas, y aunque no tiene cuenta en TikTok, no se pierde ni un solo trend.
Se graduó en Comunicación Audiovisual en 2016 en la Universidad Pontificia de Salamanca, y continuó sus estudios con un máster en Periodismo Cultural por la Universidad San Pablo CEU. En el verano de 2017, hizo el curso de Escritura Creativa en la Escuela de Escritores de Madrid. Y cuando llegó la pandemia, se refugió en el Curso Online de Periodismo Especializado en Moda, Belleza y Estilo de Vida de la revista Vogue en Condé Nast College Spain. Además, como buena cinéfila que es, ha colaborado en el libro ''El clasicismo en el cine. Una mirada intergeneracional'', de D. Pedro Sangro Colón y D. Miguel Ángel Huerta Floriano.
Antes de comenzar su trayectoria en el mundo del periodismo freelance, pasó por la Cadena Ser de Oviedo y la revista cultural El Duende. También tuvo su propia columna de opinión en el periódico Salamanca RTV al día.
Desde el año 2017, colabora como redactora de contenidos online en Mi Casa, Nuevo Estilo y otras revistas del Grupo Hearst, incluyendo el departamento de Branded Content. En su tiempo libre, escribe relatos de ficción y no ficción, habiendo publicado en la revista literaria Fábula, y hace fotografías de paisajismo (especialmente, de lugares donde haya flores).































