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Jaime Lorente es un hombre polifacético: actor, cantante, escritor… De hecho, él mismo se define como un "culo inquieto al que le gusta hacer muchas cosas porque la cabeza me va a mil". A sus 31 años, Jaime vive uno de sus mejores momentos personales y profesionales. Haces unos meses nació su segundo hijo y su rostro se ha vuelto muy conocido para los fans del cine y las series de televisión tras protagonizar exitazos como La casa de papel, Élite, El Cid o Cristo y Rey.
El actor nos ha abierto las puertas de su hogar, que ha sido decorado con la ayuda de la firma Westwing, al que define como "un lugar maravilloso que comparto con mi familia y del que nos enamoramos en cuanto lo vimos".
Algo que tenía claro es que quería salir en la medida de lo posible de Madrid. Quería una casa con un terreno y piscina, que sus hijos tuvieran la suerte de disfrutar de una hogar así. Un hogar cómodo en el que todos estuvieran a sus anchas. "Quería que todo fuese habitable y practicable para niños. Porque ellos tienen una tendencia hacia querer "matarse" continuamente. Entonces, intentamos buscar también lugares para que ellos pudiesen jugar, estar a gusto, que su habitación estuviese en el espacio suficiente y plantearlo todo también teniendo en cuenta que ellos iban a estar", nos comenta.
Y, además, algo muy importante, es que Jaime se ve muy reflejado en su hogar. "Me encanta lo sencillo, me encantan que las cosas cambiando dos elementos de orden se transformen en otra cosa. Me reflejo mucho en ella", nos dice. Así que si te gusta el estilo de la decoración de la casa del actor de La Casa de Papel, sólo tienes que comprar algunas de las piezas de Westwing.
Por supuesto, no hay casa sin un salón donde reunirse la familia y compartir esos momentos que todos recordamos cuando el tiempo pasa. El de la casa familiar de Lorente, como el de muchos de los nuestros, es un lugar muy concurrido. Si pensamos en ello, es probablemente la habitación de un hogar donde más tiempo solemos pasar cuando nuestros hijos viven en la casa y, sobre todo, cuando son pequeños. En el caso de la familia del actor, nos cuenta que muchas de las elecciones para decorarlo las hicieron pensando en la corta edad de sus hijos. "Hacemos mucha vida en esta parte de la casa. Me gusta mucho ver la tele, y del sofá me enamoré en cuanto lo vi, porque es además muy cómodo para sentarse. Mi hija es una "terrorista" y de aquí al suelo hay poca distancia, así que es un buen motivo para que me decidiese por él".
Un salón tiene que tener también una zona para relajarse. En el caso de Jaime, es una zona ideal para leer y tener su espacio. Y para guardar un pequeño espacio para un regalo de su madre: "Es un corazón. Siempre que salgo de mi casa de Murcia mi madre me dice '¿lo llevas todo hijo? ¿y los recuerdos?' Y yo le digo, 'Los recuerdos también'". Todo ello rematado con una chimenea de piedra que le da al salón esa calidez que tanto agradecemos en los días más fríos del año.
Del salón pasamos al comedor, otra de las zonas preferidas por Jaime ya que es en él tienen una mesa redonda donde le gusta estar cuando reciben visitas de sus amistades y seres queridos y “poder ver sus caras cuando estamos sentados”.
A Lorente le gusta cocinar y desayunar de pie. Es por eso que la cocina de su casa es otro espacio donde le gusta pasar el tiempo. Una cocina amplia, con espacios versátiles para poder hacer diferentes cosas: "Desayunar de pie, y de repente comer en esta mesa que es un poquito más informal, sin necesidad de ocupar ese espacio. Me gusta hacer mucha vida en la cocina, y me gusta que sea amplia para que la gente se mueva sin problema".
Pero ojo, que también se sincera con nosotros y nos confiesa que es un poco desastre. ¿En qué sentido? Pues porque, a diferencia de su mujer, que es una persona absolutamente organizada y meticulosa, él lo tiene todo revuelto. Es por eso por lo que optaron por un vestidor donde ambos tienen sus zonas. "Así podemos ser felices y convivir, porque ella no abre mi parte y yo no abro la suya y todo está bien". Sin duda, todo un acierto.
Llegamos al dormitorio, donde tienen una cama enorme. Es sencillo saber el por qué. “Somos cuatro y nos toca muchas veces dormir todos juntos. Yo, la enana, el enano y mi mujer… y los bebés pegan muchas patadas, muchas, os lo aseguro”.
Por último, nos enseña la joya de la corona, la zona exterior. Un sueño hecho realidad, porque nos confiesa que le hacía mucha ilusión tener un espacio alejado de la casa donde poder tener una barbacoa, un espacio para comer y reunirse con su gente "sin estar montando follón dentro de casa". Ah, y que no se nos olvide la piscina "Soy un pececillo. Mi hija también es un pececillo. La utilizamos muchísimo".