- Un apartamento de diseño mid-century con colores pastel
- Un apartamento con cocina abierta y vigas vistas de madera
- Un apartamento de estilo mid-century decorado en tonos neutros
Cuando llegó su jubilación, los protagonistas de esta historia –un matrimonio transitando los sesenta–, decidieron adquirir un pequeño apartamento de 50 m2 en el centro de la ciudad para compaginar la tranquilidad de la vida a las afueras, con las múltiples experiencias culturales que ofrecen las grandes urbes. Además, era la excusa perfecta para pasar más tiempo con sus hijos y amigos.
La interiorista Yana Molodykh se encargó de diseñar una vivienda acogedora con el material favorito del propietario: la madera. Para la decoración, aprovechando que la zona donde se encuentra el piso está rodeada de edificios señoriales y monumentos del modernismo, Yana abogó por combinar un mobiliario de estilo contemporáneo con detalles de mediados de siglo o mid-century.
Al tratarse de un ático, para evitar perder más espacio se tomó la decisión de exponer las vigas y las columnas de metal blanco, parcialmente escondidas en las estanterías del salón y en los armarios del dormitorio.
''El tono claro del sofá y las butacas, así como la forma de la mesa y de las sillas, no fueron elegidos al azar. El objetivo era no sobrecargar el espacio con grandes muebles y piezas, para crear una atmósfera liviana y luminosa'', explica la interiorista. Uno de estos elementos es la lámpara de suelo Akari, de Vitra.
El matrimonio, que disfruta de cocinar para sus invitados, también requería una cocina integrada en el salón, muy confortable y funcional.
El tono claro de la madera se combinó con acentos modernistas en rojo, negro, azul, terracota y blanco
El color cálido de las paredes se inspira en la naturaleza
En el recibidor, se instalaron unas baldosas con motivos geométricos y las puertas se pintaron de azul. Este pequeño pasillo conduce al vestidor, al que se accede a través de unas puertas correderas con el marco pintado de azul.
El dormitorio es la habitación más pequeña, con tan solo 6,4 m2. Sin embargo, tiene todo lo necesario: una cama situada sobre una tarima, un armario empotrado y estanterías con cajones junto a la cama.
Para los propietarios, era fundamental disponer de una bañera y una cabina de ducha
Los azulejos del baño se escogieron como un tributo al constructivismo.
Sin duda, los 50 m2 de este apartamento se han aprovechado al máximo. ¿Qué te parecería tener una vivienda así para disfrutar de tu jubilación?
Proyecto e información: Cortesía de Yana Molodykh.
Aránzazu Díaz Huerta es experta en decoración en Nuevo Estilo, por eso ha convertido su hogar en una especie de pop up store de las últimas tendencias, y por eso disfruta tanto elaborando contenidos sobre interiorismo. Además, se lo pasa genial buscando los hoteles más originales del mundo para sorprender a sus lectores. Le apasiona todo lo que tiene que ver con el hogar, pero también la moda, la belleza, el lifestyle y las mascotas, y aunque no tiene cuenta en TikTok, no se pierde ni un solo trend.
Se graduó en Comunicación Audiovisual en 2016 en la Universidad Pontificia de Salamanca, y continuó sus estudios con un máster en Periodismo Cultural por la Universidad San Pablo CEU. En el verano de 2017, hizo el curso de Escritura Creativa en la Escuela de Escritores de Madrid. Y cuando llegó la pandemia, se refugió en el Curso Online de Periodismo Especializado en Moda, Belleza y Estilo de Vida de la revista Vogue en Condé Nast College Spain. Además, como buena cinéfila que es, ha colaborado en el libro ''El clasicismo en el cine. Una mirada intergeneracional'', de D. Pedro Sangro Colón y D. Miguel Ángel Huerta Floriano.
Antes de comenzar su trayectoria en el mundo del periodismo freelance, pasó por la Cadena Ser de Oviedo y la revista cultural El Duende. También tuvo su propia columna de opinión en el periódico Salamanca RTV al día.
Desde el año 2017, colabora como redactora de contenidos online en Mi Casa, Nuevo Estilo y otras revistas del Grupo Hearst, incluyendo el departamento de Branded Content. En su tiempo libre, escribe relatos de ficción y no ficción, habiendo publicado en la revista literaria Fábula, y hace fotografías de paisajismo (especialmente, de lugares donde haya flores).