Para conocer el proyecto de reforma de este piso ubicado en la planta baja de un edificio con historia, debemos acudir al cosmopolita barrio madrileño de Chueca. Como la mayoría de las estancias dan a un patio interior, resultó imprescindible combatir la sensación de constreñimiento que habitualmente transmiten los pisos interiores. A su vez, también había que tener en cuenta el carácter histórico de la edificación de la zona. La solución adoptada por el equipo de Corzón Arquitectos consistió en trabajar la textura y la luz, enlazadas bajo el valor de la geometría siempre presente en la arquitectura más atemporal.
Espacio construido con texturas y luz
Para aportar calidez al entorno, se trabajaron texturas naturales en roble, tanto en el suelo como en paredes y piezas de mobiliario. Todo ello se ve reforzado por el proyecto de iluminación, cuya clave consiste en que la luz parece filtrarse por los foseados de la propia arquitectura como si se tratase de luz natural.
''Dando respuesta a la conservación del carácter histórico de la zona, planteamos una convivencia entre las texturas naturales del roble con las texturas clásicas que aportan las geometrías de las molduras de las paredes'', exponen los arquitectos.
Espacios fluidos nunca totalmente abiertos
Las zonas comunes quedan comunicadas de forma continua con dos aperturas de paso que ofrecen la máxima amplitud, sin llegar a ser algo invasivo por estar todo unido sin la más mínima separación.
Detalles como este espejo de gran formato apoyado en la pared, generan una sensación de mayor amplitud.
Espacio construido con texturas y luz
Las contraventanas matizan y texturizan la luz para dejarla pasar permitiendo tener privacidad sin renunciar a la amplitud y frescura.
El volumen de lamas de madera da acceso al baño principal.
Aquí se nos presenta un despiece de porcelánico grisáceo, hecho a medida con máquina de control numérico. Este despiece contribuye a que la mirada no se estanque en el muro de forma plana y estática, sino que invite a mirar las paredes de arriba abajo como si de un cuadro se tratase.
Para suavizar el look del porcelánico, en la pared opuesta se construyó un armario con una gran superficie de madera lisa de roble.
Un dormitorio minimalista
El cabecero nace de la textura clásica de la pared, ya que parece una prolongación de las molduras de la pared.
Las mesillas de noche gozan de un diseño de líneas limpias y ligeras que no reducen visualmente el espacio.
Baño en suite
La zona de aseo se integra dentro de la propia habitación, definiendo un espacio diferenciado del resto de la estancia gracias al cambio de textura y material, pero sin plantear ninguna barrera arquitectónica que lo bloquee.
El plato de ducha queda totalmente enrasado con el suelo, con esa idea de buscar continuidad a favor de la amplitud hasta en los pequeños detalles.
Así estaba antes de la reforma
Proyecto e información: Cortesía de Corzón Arquitectos.
Aránzazu Díaz Huerta es experta en decoración en Nuevo Estilo, por eso ha convertido su hogar en una especie de pop up store de las últimas tendencias, y por eso disfruta tanto elaborando contenidos sobre interiorismo. Además, se lo pasa genial buscando los hoteles más originales del mundo para sorprender a sus lectores. Le apasiona todo lo que tiene que ver con el hogar, pero también la moda, la belleza, el lifestyle y las mascotas, y aunque no tiene cuenta en TikTok, no se pierde ni un solo trend.
Se graduó en Comunicación Audiovisual en 2016 en la Universidad Pontificia de Salamanca, y continuó sus estudios con un máster en Periodismo Cultural por la Universidad San Pablo CEU. En el verano de 2017, hizo el curso de Escritura Creativa en la Escuela de Escritores de Madrid. Y cuando llegó la pandemia, se refugió en el Curso Online de Periodismo Especializado en Moda, Belleza y Estilo de Vida de la revista Vogue en Condé Nast College Spain. Además, como buena cinéfila que es, ha colaborado en el libro ''El clasicismo en el cine. Una mirada intergeneracional'', de D. Pedro Sangro Colón y D. Miguel Ángel Huerta Floriano.
Antes de comenzar su trayectoria en el mundo del periodismo freelance, pasó por la Cadena Ser de Oviedo y la revista cultural El Duende. También tuvo su propia columna de opinión en el periódico Salamanca RTV al día.
Desde el año 2017, colabora como redactora de contenidos online en Mi Casa, Nuevo Estilo y otras revistas del Grupo Hearst, incluyendo el departamento de Branded Content. En su tiempo libre, escribe relatos de ficción y no ficción, habiendo publicado en la revista literaria Fábula, y hace fotografías de paisajismo (especialmente, de lugares donde haya flores).