Se encuentra en Calella de Palafrugell (Costa Brava), un precioso pueblo de pescadores que nada tiene que envidiar a los que abundan en la costa italiana. ¿Te imaginas alojarte en un piso frente al mar en semejante entorno? Pues puedes hacerlo en esta vivienda de alquiler vacacional, un lugar que, a pesar de contar con todas las comodidades del siglo XXI, destila esa nostalgia del pasado.
El proyecto de reforma low cost, a cargo de Marina Sezam, consistió principalmente en eliminar el pasillo con forma de L para que la vista al mar desde el balcón, apareciera lo antes posible al acceder al piso. También con el objetivo de priorizar la vista al mar, la cocina se abrió y se integró en el salón.
Nuevos revestimientos
Las dos habitaciones y el baño originales, se conservaron tal cual, tan solo se renovaron las instalaciones y los revestimientos para adecuarlos a su nuevo uso. En el pavimento de toda la vivienda se dispuso gres porcelánico con aspecto de madera para que fuera acogedor pero también resistente y duradero, y las paredes del baño se revistieron con microcemento de color blanco.
Blanco y azul, el mix mediterráneo perfecto
En cuanto a la gama cromática, se eligieron distintos tonos de blanco que, junto con el azul del mar y del cielo, generan esa sensación mediterránea que los huéspedes siempre demandan cuando visitan las calas y las playas de la zona. A esta paleta de colores, solo hubo que añadir algunos elementos de decoración muy sencillos para que el interiorismo estuviese listo.
Claves de la reforma low cost
Como la reforma debía ser de bajo coste, se aprovecharon las puertas y el armario empotrado existente. Se dispuso mobiliario de IKEA y se adoptaron soluciones económicas para resolver el cabecero de la cama doble o la encimera del baño, sin olvidar que los espacios debían resultar fotogénicos, agradables, fáciles de mantener y resistentes al tránsito intenso y al ambiente de la costa.
Fibras naturales, madera y una base de tonos blancos y neutros solucionaron el interiorismo.
Proyecto e información: Cortesía de Marina Sezam.
Aránzazu Díaz Huerta es experta en decoración en Nuevo Estilo, por eso ha convertido su hogar en una especie de pop up store de las últimas tendencias, y por eso disfruta tanto elaborando contenidos sobre interiorismo. Además, se lo pasa genial buscando los hoteles más originales del mundo para sorprender a sus lectores. Le apasiona todo lo que tiene que ver con el hogar, pero también la moda, la belleza, el lifestyle y las mascotas, y aunque no tiene cuenta en TikTok, no se pierde ni un solo trend.
Se graduó en Comunicación Audiovisual en 2016 en la Universidad Pontificia de Salamanca, y continuó sus estudios con un máster en Periodismo Cultural por la Universidad San Pablo CEU. En el verano de 2017, hizo el curso de Escritura Creativa en la Escuela de Escritores de Madrid. Y cuando llegó la pandemia, se refugió en el Curso Online de Periodismo Especializado en Moda, Belleza y Estilo de Vida de la revista Vogue en Condé Nast College Spain. Además, como buena cinéfila que es, ha colaborado en el libro ''El clasicismo en el cine. Una mirada intergeneracional'', de D. Pedro Sangro Colón y D. Miguel Ángel Huerta Floriano.
Antes de comenzar su trayectoria en el mundo del periodismo freelance, pasó por la Cadena Ser de Oviedo y la revista cultural El Duende. También tuvo su propia columna de opinión en el periódico Salamanca RTV al día.
Desde el año 2017, colabora como redactora de contenidos online en Mi Casa, Nuevo Estilo y otras revistas del Grupo Hearst, incluyendo el departamento de Branded Content. En su tiempo libre, escribe relatos de ficción y no ficción, habiendo publicado en la revista literaria Fábula, y hace fotografías de paisajismo (especialmente, de lugares donde haya flores).