En el madrileño Barrio de Salamanca se encuentra esta vivienda destinada a alquiler vacacional. El edificio en el que se ubica, una construcción de finales del siglo XIX, pasó por una reforma integral que lo convirtió en una serie de apartamentos luminosos y muy cómodos, con una distribución moderna y acabados muy actuales, cuyos alquileres son gestionados por la empresa Heima Holmes. Las interioristas Nuria Carrión y Alejandra Ros, del estudio La casa de mi amiga, son las responsables del home staging, o puesta a punto, y de su decoración.
OBJETIVO: SENTIRSE COMO EN CASA
El equipo de La casa de mi amiga se propuso crear espacios confortables y con estilo, que cubrieran las necesidades de los futuros huéspedes ocasionales, pero también desprendieran una atmósfera especial. Con muebles nuevos y piezas diseñadas ex profeso para este proyecto, como los sofás del salón y la mesa de comedor, el equipo de La casa de mi amiga logró composiciones equilibradas, en las que plantas de hojas verdes y complementos –algunos con gran impacto visual, como los cuadros de la zona de estar–, dan un toque personal y único a la decoración. La apuesta fue un estilo contemporáneo, con muebles de distintos estilos y materiales, así como textiles y revestimientos que ponen
la nota de color y calidez.
PRUEBA SUPERADA
El resultado son espacios envolventes y visualmente muy atractivos, que consiguen llamar la atención de los turistas que buscan alojamientos por la red.
Descubre a continucación todos los interiores de la casa.
Un sencillo recibidor equipado con un aparador de poco fondo y una butaca da la bienvenida a la casa.
Un salón comedor decorado con elegancia serena
Las puertas acristaladas inundan de luz natural el salón. Sus contrapuertas de madera, que se dejaron sin vestir, añaden un aire señorial al conjunto.
La zona de estar se decoró con dos sofás dispuestos en forma de "L" entorno a la mesa de centro.
EN TONOS GRISES: Se partió de una base neutra a la que después se añadieron toques de color.
Salón y comedor comparten el mismo espacio, si bien cada ambiente mantiene su identidad: se decoraron con muebles de distintos estilos y materiales, y se colocaron dos alfombras de diferentes colores que contribuyen a delimitarlos visualmente.
DETALLE DECORATIVO: La alfombra, de fibra natural, se personalizó con un ribete negro, a juego con la tapicería de las sillas del comedor.
Para el comedor se eligió una mesa redonda, que favorece la circulación y facilita el paso alrededor. Es el modelo Thasos, de Fernando de Salas, y se realizó a medida para este proyecto. Las sillas de madera oscura y tapicería de piel negra aportan el contrapunto y consiguen que el conjunto gane en interés visual.
Una cocina alargada muy bien aprovechada
La cocina, de planta ancha y alargada, cuenta con muebles en dos hileras paralelas. En un frente se ubicó la placa de cocción y el fregadero, y en el otro, se situaron armarios y los electrodomésticos.
La puerta corredera va empotrada en el tabique y su acabado es el mismo que el de los muebles de cocina: su integración es perfecta.
CREAR CONTRASTE: Paredes y muebles en color blanco se combinaron con una encimera en gris oscuro y suelo de madera.
La zona de lavado con lavadora y secadera en columna, se instaló en un entrante de la pared.
Dormitorios con carácter
El equipo de interiorismo consiguió dar a los dormitorios un toque personal y estiloso con pocas, pero escogidas, piezas de mobiliario.
Los dormitorios ganaron estilo con toques de color y detalles deco.
Para la habitación principal, se eligió un cabecero de madera pintada a rayas, de Maisons du Monde.
En la otra habitación, equipada con dos camas, los cabeceros tapizados son de Guáimaro.
Un baño sencillo y atemporal
Para compensar los pocos metros de este cuarto de baño, tanto los revestimientos como el mueble del lavabo se eligieron en un tono neutro, encargado de darle amplitud y luminosidad. La ducha se cerró con una mampara transparente.
Realización: La Casa de mi Amiga.