La pandemia nos ha obligado a ser conscientes de nuestra fragilidad. De hecho, son muchas las personas que han salido despavoridas de las grandes ciudades para disfrutar de una vida más tranquila y saludable en el campo. Aunque también hay quienes, ante la incertidumbre, han decidido comprar... ¡un búnker! Sí, como esos que salen en las pelis de ciencia ficción cuando llega el fin del mundo. No obstante, los búnkeres de los que nosotros hablamos son más... lujosos. Vamos, que solo los millonarios se los pueden permitir.
El búnker favorito de los ricachones es el modelo DBX, diseñado por ABIBOO Studio, una empresa americana fundada por el arquitecto español Alfredo Muñoz, que ya ha proyectado la que podría ser la primera ciudad sostenible de Marte (se llama ciudad de Nüwa, por si te pica la curiosidad).
Pero volviendo al búnker de lujo, DBX es, en palabras de la empresa, ''una vivienda subterránea creada como refugio para sucesos catastróficos y garantiza la supervivencia de sus habitantes durante un plazo largo de tiempo'', y continúan, ''DBX funciona no solo como un búnker de refugio sino también como una segunda vivienda completamente autosuficiente. El vínculo con la naturaleza, tanto dentro de la casa, como en la amplia parcela sobre la que se implanta, permite disfrutar de estancias de corta duración al igual que un periodo continuado, en caso de emergencia. El búnker puede dar cabida a dos familias y a un total de 10 personas''. Alucinante, ¿verdad? ¡Pues hay más detalles!
Cuando hablan de la naturaleza, no son palabras vacías, es que la vivienda está diseñada mediante módulos que rodean un jardín de cultivo hidropónico y que actúa como un invernadero subterráneo. ''Este sistema requiere un menor uso de agua y espacio de cultivo, comparado con las técnicas basadas en suelo. Además, evita el uso de pesticidas. En total se destina al cultivo 120 metros cuadrados de superficie que estará iluminada las 24 horas del día con leds violetas, los más eficaces para soluciones subterráneas''.
El búnker también incluye cámaras frigoríficas para víveres y semillas de siembra, y 150 metros cúbicos de almacenaje para alimentos. ¡Casi nada! 😱
¿Y el agua? ''Se extrae del subsuelo y pasa por un sistema de filtración y luz ultravioleta que mata las bacterias. La que se destina al consumo se almacena congelada''. Esperemos que con un buen surtido de helados de Häagen-Dazs...
El búnker garantiza la supervivencia de sus habitantes durante al menos un año.
Un grupo electrógeno enchufado a una reserva de combustible y acumuladores de biomasa, hacen posible que el búnker sea autosuficiente. Además, hay un sistema de filtración capaz de eliminar hasta las partículas de polvo nuclear.
Para completar las amenities, el búnker cuenta con piscina, gimnasio y biblioteca. En resumen, si quieres protegerte de las futuras catástrofes, más vale que vayas ahorrando un buen dinerito, porque no sabemos lo que cuesta, pero seguro que mucho más que un piso en Chamberí (que ya es decir 😜).
Proyecto e información: Abiboo Studio.
Aránzazu Díaz Huerta es experta en decoración en Nuevo Estilo, por eso ha convertido su hogar en una especie de pop up store de las últimas tendencias, y por eso disfruta tanto elaborando contenidos sobre interiorismo. Además, se lo pasa genial buscando los hoteles más originales del mundo para sorprender a sus lectores. Le apasiona todo lo que tiene que ver con el hogar, pero también la moda, la belleza, el lifestyle y las mascotas, y aunque no tiene cuenta en TikTok, no se pierde ni un solo trend.
Se graduó en Comunicación Audiovisual en 2016 en la Universidad Pontificia de Salamanca, y continuó sus estudios con un máster en Periodismo Cultural por la Universidad San Pablo CEU. En el verano de 2017, hizo el curso de Escritura Creativa en la Escuela de Escritores de Madrid. Y cuando llegó la pandemia, se refugió en el Curso Online de Periodismo Especializado en Moda, Belleza y Estilo de Vida de la revista Vogue en Condé Nast College Spain. Además, como buena cinéfila que es, ha colaborado en el libro ''El clasicismo en el cine. Una mirada intergeneracional'', de D. Pedro Sangro Colón y D. Miguel Ángel Huerta Floriano.
Antes de comenzar su trayectoria en el mundo del periodismo freelance, pasó por la Cadena Ser de Oviedo y la revista cultural El Duende. También tuvo su propia columna de opinión en el periódico Salamanca RTV al día.
Desde el año 2017, colabora como redactora de contenidos online en Mi Casa, Nuevo Estilo y otras revistas del Grupo Hearst, incluyendo el departamento de Branded Content. En su tiempo libre, escribe relatos de ficción y no ficción, habiendo publicado en la revista literaria Fábula, y hace fotografías de paisajismo (especialmente, de lugares donde haya flores).