Con la llegada de la pandemia, muchas personas comenzaron a plantearse la posibilidad de mudarse a una casa en el campo para tener más libertad, pero los amantes del mar podrían encontrar en las casas flotantes su hogar ideal. Hablamos de barcos transformados en viviendas realmente acogedoras, como la que estás a punto de conocer. El proyecto, llevado a cabo por la directora creativa Lyndsay Caleo Karol y su marido Fitzhugh Karol —ambos fundadores de The Brooklyn Home Company—, recibió el nombre de Lucy en honor a su amado perro. Se trata de un remolcador Lord Nelson Victory de los años 80 que renovaron con mucho mimo para convertirlo en una casa flotante familiar.
Por su trabajo en The Brooklyn Home Company, la pareja estaba acostumbrada a reformar casas en tierra, pero nunca se habían enfrentado a un proyecto en alta mar. Sin embargo, el destino siempre nos pone retos de lo más interesantes, y en el año 2015 los interioristas encontraron a Lucy en Stonington, Maine.
El proceso de renovación fue bastante engorroso: eliminaron el cableado viejo, llenaron 3 bolsas de basura de más de 113 litros, y restauraron zonas del barco que estaban llenas de moho. ¡Un horror!
Tras cambiar la instalación eléctrica (y añadir inodoros), la pareja pasó a la parte divertida: repintar los suelos tradicionales de teca y acebo y pintar los interiores en el tono Schoolhouse White de Farrow & Ball. También eligieron nuevos apliques e iluminación de Workstead.
El interior se reinventó para incluir una cocina y un salón con espacio de almacenaje (incluyendo una barra de latón como mueble bar). También construyeron un tercer dormitorio detrás del asiento del capitán.
En el exterior, una cubierta de teca alberga el área de entretenimiento al aire libre, donde encontramos un comedor, una zona de asientos y una ducha.
Cada invierno, la pareja y sus hijos van a las Bahamas y a Florida. En verano, viajan de Charleston a Long Island, o por la costa de Maine, donde todo comenzó... 😍
Proyecto e información: Cortesía de The Brooklyn Home Company's.
Aránzazu Díaz Huerta es experta en decoración en Nuevo Estilo, por eso ha convertido su hogar en una especie de pop up store de las últimas tendencias, y por eso disfruta tanto elaborando contenidos sobre interiorismo. Además, se lo pasa genial buscando los hoteles más originales del mundo para sorprender a sus lectores. Le apasiona todo lo que tiene que ver con el hogar, pero también la moda, la belleza, el lifestyle y las mascotas, y aunque no tiene cuenta en TikTok, no se pierde ni un solo trend.
Se graduó en Comunicación Audiovisual en 2016 en la Universidad Pontificia de Salamanca, y continuó sus estudios con un máster en Periodismo Cultural por la Universidad San Pablo CEU. En el verano de 2017, hizo el curso de Escritura Creativa en la Escuela de Escritores de Madrid. Y cuando llegó la pandemia, se refugió en el Curso Online de Periodismo Especializado en Moda, Belleza y Estilo de Vida de la revista Vogue en Condé Nast College Spain. Además, como buena cinéfila que es, ha colaborado en el libro ''El clasicismo en el cine. Una mirada intergeneracional'', de D. Pedro Sangro Colón y D. Miguel Ángel Huerta Floriano.
Antes de comenzar su trayectoria en el mundo del periodismo freelance, pasó por la Cadena Ser de Oviedo y la revista cultural El Duende. También tuvo su propia columna de opinión en el periódico Salamanca RTV al día.
Desde el año 2017, colabora como redactora de contenidos online en Mi Casa, Nuevo Estilo y otras revistas del Grupo Hearst, incluyendo el departamento de Branded Content. En su tiempo libre, escribe relatos de ficción y no ficción, habiendo publicado en la revista literaria Fábula, y hace fotografías de paisajismo (especialmente, de lugares donde haya flores).