Con más de 120 m² y 3,20 metros de altura, las posibilidades de mejora de este piso en Valencia eran infinitas, y el equipo de arquitectura de Destudio —encargado de realizar la reforma integral—, logró sacar partido a cada rincón.
Originalmente se trataba de una vivienda oscura, distribuida en muchas estancias y pasillos. Por ello, los objetivos principales del proyecto consistieron en crear espacios amplios y luminosos, permitiendo que la luz natural de la fachada bañara toda la zona de día. ¿La clave? Apostar por una distribución funcional: salón-comedor y cocina integrada, tres habitaciones, dos baños y un dormitorio principal. Este último cuenta con uno de los baños en suite y con vestidor integrado mediante armarios empotrados, ofreciendo una intimidad total.
El salón-comedor es la estancia que más luce de la vivienda. En principio contaba con tabiquería que impedía ganar espacio, así que se eliminó para conseguir que ambas zonas quedasen 100% integradas.
Los propietarios también querían que la cocina estuviera integrada con el salón-comedor, sin perder cierta privacidad. Para lograrlo, se eligieron unas puertas correderas de hierro forjado que ayudan a delimitar muy bien el espacio.
Al ser de cristal permiten la entrada de luz natural desde el salón, y favorecen la conexión de ambas estancias.
El interiorismo se planteó con un estilo decorativo clásico con toques de modernidad y minimalismo.
De este modo, los tonos neutros y claros envuelven cada estancia, extendiendo la armonía a todos los rincones. La iluminación indirecta a través de los bañadores de pared o balizas en el pasillo, también genera calidez y confort en el espacio.
El suelo de madera natural fue otra de las claves del proyecto, ya que aporta personalidad, naturalidad y la calidez propia del hogar.
En la cocina se optó por un porcelánico para la zona de trabajo, al igual que en los baños.
En definitiva, la vivienda se presenta como un proyecto integral donde la armonía, la elegancia y la sencillez son la esencia que lo definen.
Arquitectura, diseño y construcción: Destudio Arquitectura.
Aránzazu Díaz Huerta es experta en decoración en Nuevo Estilo, por eso ha convertido su hogar en una especie de pop up store de las últimas tendencias, y por eso disfruta tanto elaborando contenidos sobre interiorismo. Además, se lo pasa genial buscando los hoteles más originales del mundo para sorprender a sus lectores. Le apasiona todo lo que tiene que ver con el hogar, pero también la moda, la belleza, el lifestyle y las mascotas, y aunque no tiene cuenta en TikTok, no se pierde ni un solo trend.
Se graduó en Comunicación Audiovisual en 2016 en la Universidad Pontificia de Salamanca, y continuó sus estudios con un máster en Periodismo Cultural por la Universidad San Pablo CEU. En el verano de 2017, hizo el curso de Escritura Creativa en la Escuela de Escritores de Madrid. Y cuando llegó la pandemia, se refugió en el Curso Online de Periodismo Especializado en Moda, Belleza y Estilo de Vida de la revista Vogue en Condé Nast College Spain. Además, como buena cinéfila que es, ha colaborado en el libro ''El clasicismo en el cine. Una mirada intergeneracional'', de D. Pedro Sangro Colón y D. Miguel Ángel Huerta Floriano.
Antes de comenzar su trayectoria en el mundo del periodismo freelance, pasó por la Cadena Ser de Oviedo y la revista cultural El Duende. También tuvo su propia columna de opinión en el periódico Salamanca RTV al día.
Desde el año 2017, colabora como redactora de contenidos online en Mi Casa, Nuevo Estilo y otras revistas del Grupo Hearst, incluyendo el departamento de Branded Content. En su tiempo libre, escribe relatos de ficción y no ficción, habiendo publicado en la revista literaria Fábula, y hace fotografías de paisajismo (especialmente, de lugares donde haya flores).