La idea de hacer una casa de cartón nació hace algunas décadas, cuando René Snel, un emprendedor holandés, se apostó con un amigo que su forma de prensar el cartón era tan eficaz que podría soportar el peso de una construcción. Con el tiempo, empezó a colaborar con el estudio holandés de diseño Fiction Factory, dirigido por Oep Schilling. Así nació Wikkelhouse, una locura genial que permite vivir en una casa prefabricada y sostenible, y con una huella medioambiental muy baja.
Esta casa móvil consta de diferentes módulos, a modo de pequeños búnker, que se unen como si fueran un puzzle para adaptarse a tus necesidades. Cada segmento mide 120 cm, pesa 500 kilos, tiene una superficie útil de 5 m² y se apoya sobre cimientos de hormigón para evitar la humedad del suelo.
El cartón es el elemento principal, es barato y uno de los mejores aislantes, y envuelve por completo la estructura en forma de casa con tejado de la estructura de plástico, que evita la humedad.
La silueta tiene las esquinas redondeadas porque para la envoltura se utilizan grandes bobinas de cartón corrugado de 24 capas, y así se optimiza el proceso y, sobre todo, al evitar las esquinas la construcción es mucho más compacta.
Añade módulos, a tu gusto
Cada segmento tiene una función. Uno es la cocina, con office para preparare un café, otro está destinado al aseo y uno más, funciona como dormitorio, con dos literas plegables, que da la sensación de dormir en un tren, incluso da la opción de asomarse por las ventanitas redondas, como si viajaras en el vagón. La fachada es transparente para iluminar la entrada y la zona de estar. Para que te hagas una idea, si quieres una casa con 50 m2 habitables tendrías que combinar diez módulos.
100% eco
Es una casa hasta tres veces más ecológica que una tradicional, según el informe de análisis de Better Future Factory, en 2012. Tiene un fácil mantenimiento, gracias a sus paneles solares, y es 100% reciclable. Está diseñada para durar más de 50 años; aunque, pasadas tres décadas, habría que reemplazar las láminas de la cubierta. Por si fuera poco, es totalmente biodegradable, al estar realizada con material orgánico, impermeable e ignífugo. La forma de sándwich del cartón es muy estable y robusta. Además, no puede ser más ecológica, porque no se desperdicia ni un centímetro de material.
Es tan liviana que se puede ubicar en una azotea o en espacios abiertos para habilitarla como oficina o casita de vacaciones. Esta obra de ingeniería cuenta con paneles solares para alimentar la energía de la caldera. Puedes tener el modelo básico, con tres módulos, por unos 30.000 €. El 60% del precio es el montaje y el material supone un 40% del coste.
El período de fabricación es de una semana. ¿El sistema? Una máquina da vueltas a la estructura para pegar 12 capas. Esta acción dura unos 45 minutos. Se crea un espacio libre para tuberías y otros sistemas de distribución y se envuelve la estructura con otras 12 capas. Se encola y se deja secar durante un día. En total, se utilizan unos 320 metros de cartón corrugado para cada módulo individual. Los paneles externos son de madera de pino y cubren toda la estructura protegen del viento, la lluvia y los rayos del sol. El plato de ducha está hecho una bio resina realizada al 100% con lino.
Belinda Guerrero es redactora digital especializada en decoración, arquitectura e interiores en Nuevo Estilo, aunque también escribe contenidos sobre jardinería, bienestar o mascotas. Le interesa la economía circular y la ecología, pero también las tendencias del interiorismo y encontrar trucazos para ahorrar tiempo o energía y conseguir vivir todos mejor en un entorno más sostenible. En la web de Nuevo Estilo también hace guiños al star system cuando bucea en las casas de los famosos españoles y de las celebrities con más seguidores en redes sociales. Belinda tiene una larga experiencia como periodista y también ha sido diseñadora gráfica, así que puede decir que ha ejercido en casi todos los frentes de la prensa, desde agencias de noticias hasta diarios y revistas, donde ha tenido la suerte de participar en el lanzamiento de grandes proyectos brillantes en los grupos de comunicación más importantes de España. También ha trabajado en producciones de moda, organización de eventos y en el departamento Boutique Creativa de Hearst, donde se creaban productos branded content y coordinaba equipos para diseñar revistas de empresa y fidelización para El Corte Inglés, Repsol o Renfe. Estudió Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid para dedicarse a la profesión más bonita del mundo y ha tenido la suerte de seguir en esta maravillosa brega capaz de saciar su curiosidad infinita sobre cualquier tema. Ha escrito artículos de decoración, cine, belleza, motor, consumo, salud, economía, cultura, moda, gastronomía o medio ambiente; en realidad, sobre cualquier ámbito, incluida una de sus grandes pasiones: los viajes. Como redactora de la revista DeViajes, tuvo la suerte de pasear por todo el mundo durante una década y recibir el Premio de Prensa Escrita de Turismo de Flandes.