Impresiona el cambio radical que ha experimentado este apartamento de tan solo 45 m², ubicado en un edificio del s. XIX en pleno centro de Madrid.

La belleza de su fachada antigua y su excelente situación resultaron muy atractivos desde el principio, pero al mismo tiempo estaba muy desfasada si hablamos de aislamientos y de la distribución de los interiores.

MÁXIMA EFICIENCIA

El equipo de Luisjaguilar Arquitectura y Javier Hernández-Agero apostaron por el ahorro energético con nuevos sistemas aislantes y por una acertada organización del espacio. Hoy el salón-comedor, muy amplio y bien equipado, comunica casi por completo con la cocina, a través de dos grandes vanos que dejan vistas las vigas originales. Un detalle que nos recuerda el valor histórico el edificio donde se ubica.

Con una estructura tan trabajada, la interiorista Paula Balboa cuidó al máximo la decoración, potenciando los tonos neutros y los materiales nobles como base. Esto facilitó la aplicación de exquisitos toques de color aquí y allá y la presencia de escogidas piezas de última tendencia. El resultado es un ambiente que, gracias al color blanco protagonista, parece tener más metros de los reales.

ESTILO ACTUAL

Paula también estudió a fondo las zonas más privadas de la casa con el fin de darles la amplitud necesaria. El cuarto de baño, por ejemplo, está equipado con una ducha XXL y un generoso mueble de lavabo. En el dormitorio se quiso integrar un gran armario empotrado que, al contar con el frente blanco, pasa desapercibido. La decoración de la zona de descanso se basó en la simplicidad, potenciando la relajación y huyendo de colores intensos y sobrecarga de detalles; solo tienen cabida los muebles básicos, continuando el blanco en primera fila combinado con un gris muy, muy suave.

un piso de 45 m2 salón con sofá gris y plantaspinterest
David Ballester
La alfombra es de Better & Best, los cuadros, de Thai Natura, y los cojines, de Atanara. La lámpara de pie se vende en Last Deco, y la planta, en Euroflor.

Los detalles son esenciales para hacer único un ambiente. Cojines engamados con el sofá, cuadros vistosos, una buena iluminación y, por supuesto, el toque verde de las plantas.

La presencia de plantas naturales de varios tamaños refresca el espacio y lo decora al mismo tiempo.
un piso de 45 m2 salón comedor con columna de maderapinterest
David Ballester
Mesa, de Kave Home, y sillas color mostaza, de Mister Wills. Lámpara de techo, de Borgia Conti. Jarrones, de El Corte Inglés.
Las mesas de comedor circulares son perfectas para espacios reducidos ya que ocupan menos superficie y facilitan el paso.
un piso de 45 m2 salón comedor en blanco, gris y negropinterest
David Ballester
Sofá de Miliboo; mesa de centro, de Kave Home, y butacas, de Santiago Pons.

La elección de los muebles está pensada para incluir salón y comedor en un mismo espacio sin agobios.

El color blanco se enriquece con la necesaria calidez de los suelos de madera.
un piso de 45 m2 cocina en blanco y maderapinterest
David Ballester
Cocina realizada por Cocinas Acuairis.

En sintonía con los demás materiales la cocina, se eligió de frentes blancos y encimera laminada efecto madera.

La estructura de toda la casa se igualó para crear cierta unidad: paredes blancas y suelos de madera.
un piso de 45 m2 dormitorio en blanco y grispinterest
David Ballester
El cabecero tapizado y los almohadones son de Atanara. Ropa de cama y manta, de Zara Home. Mesillas de noche, de Vackart, y apliques, de Maisons du Monde. Espejo sol, de Denzzo.

Los textiles blancos y grises garantizan el relax en el dormitorio. Unos apliques de lectura iluminan la zona de descanso manteniendo despejadas las mesillas.

un piso de 45 m2 baño blanco con mampara fijapinterest
David Ballester
Apliques, de Lámparas Molonas. Espejo, de Last Deco.

El espejo circular pone una nota especial en el baño reforzado por un aplique bola.

un piso de 45 m2 planopinterest
David Ballester

La difícil planta del apartamento se resolvió ubicando la cocina en la zona más irregular; un amplio vano sin puerta comunica este espacio con el salón-comedor, ahora sin tabiques y con dos grandes ventanales opuestos que lo inundan de luz. El dormitorio y cuarto de baño quedan totalmente independientes.

Estilismo: Paula Balboa.