¿Te imaginas cómo sería vivir en una cabaña de madera de tres plantas en la Cerdanya? Los protagonistas de esta reforma integral —una joven familia con tres hijos pequeños— no solo lo imaginaron, sino que decidieron hacerlo realidad con el máximo confort posible para disfrutar de su segunda residencia en condiciones.
A pesar de que las vistas a la montaña ya eran espectaculares de por sí, los 80 metros cuadrados de la distribución original de la vivienda estaban muy compartimentados, con estancias demasiado pequeñas. ¿El deseo de los propietarios? Conseguir más luz y amplitud concibiendo un hogar cómodo, funcional, y sobre todo, que se recogiera fácilmente.
La interiorista Pia Capdevila optó por realizar una reforma integral para adaptar la cabaña a los gustos y necesidades de la familia, priorizando la estética rústica típica de la Cerdanya. Al principio, la planta baja contaba con una habitación con literas, una cocina cerrada y un salón. El objetivo de la interiorista ha sido hacerla diáfana, muy abierta y cómoda para el disfrute de la familia.
Para conseguir mayor amplitud en la planta principal, Pia Capdevila ha robado unos cuantos metros cuadrados al garaje original, que se encontraba anexado a la vivienda, añadiendo así una habitación de invitados que, a la larga, cumplirá la función de dormitorio para uno de los hijos. El resto de la planta se proyectó abierta. Lo que antes ocupaba una habitación con literas, una cocina y un salón, ahora lo protagonizan la cocina y el salón-comedor.
Uno de los cambios más importantes en el salón fue la sustitución del ventanal que comunica visualmente al jardín delantero. En un principio había tres ventanas con montantes, ahora reemplazadas por un ventanal fijo con el objetivo de conseguir la máxima amplitud en la trasera del sofá, y mejorar la entrada de luz.
A nivel de acabados y colores, la decoradora ha priorizado la estética de cabaña típica de la Cerdanya, optando por acabados que le quitaran protagonismo a la madera de pino amarillo, característico de la zona. Para ello se ha jugado mucho, sobre todo en la planta baja, pintando las lamas de madera de algunas paredes. Así, el pino pierde peso pero sigue aportando el aspecto rústico que los propietarios querían mantener.
La cabaña nunca tuvo recibidor, algo que Pia Capdevila también decidió evitar durante la reforma para ganar espacio en el salón, al que se accede directamente desde la puerta principal de la vivienda.
Pegado a la cocina se ubica el comedor con salida al jardín trasero.
Inicialmente la cocina era extremadamente pequeña, así que se ha abierto al salón con una barra que hace de península de separación y añade espacio de trabajo, además de almacenaje extra.
La interiorista se decantó por una puerta lacada de color piedra y una encimera blanca para contrastar con las paredes de lama de madera pintadas con esmalte, destacando así el techo de madera original.
Al subir media planta se encuentra una estancia que ya existía como pequeño altillo sobre el garaje. Se trata del único rincón que se ha dejado original porque la distribución coincidía plenamente con los intereses de la familia, aunque el espacio se ha redecorado totalmente para convertirlo en la habitación de juegos.
Un sofá cama y mucho almacenaje en armarios a medida consiguen el orden que los propietarios necesitaban.
Los dormitorios se disponen en la última planta. Aquí, los propietarios deseaban tener dos baños completos: uno para ellos, y otro para los niños. De este modo, la interiorista proyectó dos dormitorios con dos baños completos de tamaño muy similar en planta, cada uno de ellos con plato de ducha, un lavabo y un inodoro.
La habitación infantil mantiene el mismo perímetro que tenía originalmente. Antes de la reforma era una habitación doble con dos camas, y ahora cuenta con una litera y una cuna. Como esta es una zona que ira cambiando a medida que los niños vayan creciendo, se ha modificado la ubicación del ventanal, que inicialmente estaba en el centro de la habitación, y se ha desviado a un lateral para que no limite a la hora de colocar tres camas en un futuro.
El dormitorio de los padres mantiene también el mismo perímetro que tenía originalmente, y se ha conservado de igual forma la puerta de acceso al antiguo aseo, ahora convertido en baño.
Las paredes laterales se pintaron con un tono verde agua con base gris.
Proyecto e información: Cortesía de Pia Capdevila. Estilismo: Mar Gausachs.
Aránzazu Díaz Huerta es experta en decoración en Nuevo Estilo, por eso ha convertido su hogar en una especie de pop up store de las últimas tendencias, y por eso disfruta tanto elaborando contenidos sobre interiorismo. Además, se lo pasa genial buscando los hoteles más originales del mundo para sorprender a sus lectores. Le apasiona todo lo que tiene que ver con el hogar, pero también la moda, la belleza, el lifestyle y las mascotas, y aunque no tiene cuenta en TikTok, no se pierde ni un solo trend.
Se graduó en Comunicación Audiovisual en 2016 en la Universidad Pontificia de Salamanca, y continuó sus estudios con un máster en Periodismo Cultural por la Universidad San Pablo CEU. En el verano de 2017, hizo el curso de Escritura Creativa en la Escuela de Escritores de Madrid. Y cuando llegó la pandemia, se refugió en el Curso Online de Periodismo Especializado en Moda, Belleza y Estilo de Vida de la revista Vogue en Condé Nast College Spain. Además, como buena cinéfila que es, ha colaborado en el libro ''El clasicismo en el cine. Una mirada intergeneracional'', de D. Pedro Sangro Colón y D. Miguel Ángel Huerta Floriano.
Antes de comenzar su trayectoria en el mundo del periodismo freelance, pasó por la Cadena Ser de Oviedo y la revista cultural El Duende. También tuvo su propia columna de opinión en el periódico Salamanca RTV al día.
Desde el año 2017, colabora como redactora de contenidos online en Mi Casa, Nuevo Estilo y otras revistas del Grupo Hearst, incluyendo el departamento de Branded Content. En su tiempo libre, escribe relatos de ficción y no ficción, habiendo publicado en la revista literaria Fábula, y hace fotografías de paisajismo (especialmente, de lugares donde haya flores).