Cuando eres joven, te acabas de casar y no hay hijos a la vista, aspiras a tener una casa amplia y cómoda que pueda actuar como el perfecto punto de reunión entre amigos. Los propietarios de este piso en Chamartín, una pareja mitad española, mitad alemana, estaban tan acostumbrados a este estilo de vida y a tener invitados en casa, que sabían lo que querían desde el principio: reducir los espacios de recorrido al máximo, quitando pasillos y puertas y dejando una distribución sencilla que invitara a convivir.
Anteriormente, el piso se utilizaba como un despacho de abogados, con mucha compartimentación, muchas estancias pequeñas y, por supuesto, sin cocina. A pesar de tratarse de un octavo piso, la luz que entraba era escasa y los colores anaranjados de las paredes y los suelos de madera oscura no ayudaban.
Uno de los objetivos del proyecto de reforma a cargo de Pablo Marsá y María L. Barceló fue utilizar pocos materiales y tonos cálidos que dieran luz y continuidad: roble para aportar calidez a través del suelo y la decoración; blanco para concebir la luz que pedía la casa; y gris para contrarrestar sin romper la armonía.
Además, se utilizaron puertas hasta el techo que ayudaron a crear la imagen de linealidad que se buscaba, permitiendo a los propietarios jugar con las telas y la decoración para añadir color y vida.
RECIBIDOR
Recibidor, comedor y salón se unieron en una sola estancia, dejando un gran espacio separado de la entrada por una puerta de vidrio y metal industrial.
SALÓN
En esta zona se dio mucha importancia a la iluminación. Se dispuso una candileja con luz gradual indirecta, para poder crear distintos ambientes. Además, se incorporaron varios iconos del diseño como la lámpara Disa de Coderch en la entrada, la Cestita de Milá en el área de estudio, y la lámpara TMM editada por Santa & Cole en el rincón de lectura junto al Eames Lounge Chair. Todo esto combinado con otras marcas como Habitat, Rue Vintage o IKEA.
Respecto a los cuadros, la entrada está presidida por un Riera Ferrari, muy importante para la dueña por sus orígenes mallorquines.
Encima del sofá, un regalo de boda de las subastas de Ansorena: dos litografías, una de Guerrero y otra de Canogar.
Otra de las prioridades de los dueños, era que el almacenaje fuese cerrado, y es que a pesar de ser grandes amantes de la lectura, les daba miedo que una estantería abierta invitara al desorden. Por ello, se diseñó una estantería a medida utilizando una pared entera, donde también se esconde la televisión.
COCINA Y COMEDOR
Separada por una gran puerta de vidrio, y a continuación del salón, se encuentra la cocina comedor: una estancia abierta y amplia que invita a la reunión.
ZONA DE INVITADOS
El área de noche se divide en dos habitaciones y dos cuartos de baño. El primero, destinado a los invitados, se vistió con mobiliario de IKEA y de H&M Home, con dos posters de Chillida y de Miró (como el matrimonio pasó sus primeros años en Barcelona, hay muchos guiños a la ciudad condal).
Frente a la habitación, el baño gris de microcemento mantuvo la disposición del cuarto anterior para no elevar el precio de la obra.
Aquí, los azulejos antiguos se cubrieron con microcemento, se hizo el mueble lavabo de obra y se cambiaron los sanitarios, creando un espacio que no pasa desapercibido por su elegancia sencilla.
SUITE PRINCIPAL CON BAÑO Y VESTIDOR
Para dar forma a la suite principal se unieron distintas estancias dando lugar a un dormitorio con vestidor y cuarto de baño. En la habitación, sencilla, neutra y sin distracciones, el gris vuelve a hacer acto de presencia a través del cabecero de Rue Vintage 74, el toque acogedor del roble y la estantería de obra.
En el baño se optó por una ducha de obra para dar continuidad al suelo, y un lavabo doble con dos pequeñas láminas de Barcelona de unas revistas antiguas de arquitectura. Todo ello manteniendo las mismas gamas de colores de la casa, aunque arriesgando con un suelo más divertido.
Construcción: Pablo Marsá, de MRS. Diseño y decoración: María L. Barceló.
Aránzazu Díaz Huerta es experta en decoración en Nuevo Estilo, por eso ha convertido su hogar en una especie de pop up store de las últimas tendencias, y por eso disfruta tanto elaborando contenidos sobre interiorismo. Además, se lo pasa genial buscando los hoteles más originales del mundo para sorprender a sus lectores. Le apasiona todo lo que tiene que ver con el hogar, pero también la moda, la belleza, el lifestyle y las mascotas, y aunque no tiene cuenta en TikTok, no se pierde ni un solo trend.
Se graduó en Comunicación Audiovisual en 2016 en la Universidad Pontificia de Salamanca, y continuó sus estudios con un máster en Periodismo Cultural por la Universidad San Pablo CEU. En el verano de 2017, hizo el curso de Escritura Creativa en la Escuela de Escritores de Madrid. Y cuando llegó la pandemia, se refugió en el Curso Online de Periodismo Especializado en Moda, Belleza y Estilo de Vida de la revista Vogue en Condé Nast College Spain. Además, como buena cinéfila que es, ha colaborado en el libro ''El clasicismo en el cine. Una mirada intergeneracional'', de D. Pedro Sangro Colón y D. Miguel Ángel Huerta Floriano.
Antes de comenzar su trayectoria en el mundo del periodismo freelance, pasó por la Cadena Ser de Oviedo y la revista cultural El Duende. También tuvo su propia columna de opinión en el periódico Salamanca RTV al día.
Desde el año 2017, colabora como redactora de contenidos online en Mi Casa, Nuevo Estilo y otras revistas del Grupo Hearst, incluyendo el departamento de Branded Content. En su tiempo libre, escribe relatos de ficción y no ficción, habiendo publicado en la revista literaria Fábula, y hace fotografías de paisajismo (especialmente, de lugares donde haya flores).