Cuando Racheal Jackson conoció esta preciosa casa de campo construida en la década de 1950 en Vancouver, no fue con vistas a adquirirla (ni mucho menos). La interiorista había sido contratada por sus propietarios para renovar la vivienda, pero, como suele ocurrir en las historias de amor, durante el proceso cayó rendida ante sus enormes posibilidades...
Tiempo después, aún obnubilados por la luz natural de la vivienda y por el amplio jardín exterior, Racheal y su marido Garrett decidieron vender su antigua casa y trasladarse aquí junto a sus tres hijos.
Antes de convertirse en el paraíso de la creatividad, los espacios de la casa estaban decorados en una paleta de tonos neutros, con azulejos y armarios de color blanco, y paredes grises.
Pero un buen día, Racheal dejó que el duende de la artista que llevaba dentro saliese a relucir, y comenzó a darle vida al entorno mediante el uso de formas y colores. ¿El resultado? Una casa que inspira creatividad y mantiene activa la imaginación, algo sumamente necesario en un ambiente compartido con niños.
A pesar de que la mayor parte de los murales y la decoración fueron creados personalmente por Racheal, muchos otros recibieron el toque inconfundible de Garrett, un artista por naturaleza.
Para concebir la pared de la cocina, por ejemplo, Racheal dio a su marido una hoja de papel, dejándole que dibujara libremente. Después, la interiorista transfirió el dibujo a la pared y la pintó. Así de simple... ¡y así de complicado!
De entre todos los murales de la casa, el del baño es, probablemente, su favorito. ''¡Es un toque de color sorprendente! Me encanta ver cómo tan solo decorando una pequeña sección, puedes cambiar el ambiente de una habitación''.
A diferencia del arcoíris del salón, el mural del dormitorio llevó más tiempo de trabajo. Racheal se centró en crear un ambiente de aires orgánicos utilizando un color verde oliva como fondo, sobre el que pintó una fina línea blanca que bordea al cabecero y que se sitúa, estratégicamente, a la misma altura que los cojines.
La habitación de los niños es el único espacio donde el color no actúa como protagonista, y es que Racheal les construyó una asombrosa caseta de madera al estilo ''casa del árbol''. Preciosa, ¿verdad?
Aránzazu Díaz Huerta es experta en decoración en Nuevo Estilo, por eso ha convertido su hogar en una especie de pop up store de las últimas tendencias, y por eso disfruta tanto elaborando contenidos sobre interiorismo. Además, se lo pasa genial buscando los hoteles más originales del mundo para sorprender a sus lectores. Le apasiona todo lo que tiene que ver con el hogar, pero también la moda, la belleza, el lifestyle y las mascotas, y aunque no tiene cuenta en TikTok, no se pierde ni un solo trend.
Se graduó en Comunicación Audiovisual en 2016 en la Universidad Pontificia de Salamanca, y continuó sus estudios con un máster en Periodismo Cultural por la Universidad San Pablo CEU. En el verano de 2017, hizo el curso de Escritura Creativa en la Escuela de Escritores de Madrid. Y cuando llegó la pandemia, se refugió en el Curso Online de Periodismo Especializado en Moda, Belleza y Estilo de Vida de la revista Vogue en Condé Nast College Spain. Además, como buena cinéfila que es, ha colaborado en el libro ''El clasicismo en el cine. Una mirada intergeneracional'', de D. Pedro Sangro Colón y D. Miguel Ángel Huerta Floriano.
Antes de comenzar su trayectoria en el mundo del periodismo freelance, pasó por la Cadena Ser de Oviedo y la revista cultural El Duende. También tuvo su propia columna de opinión en el periódico Salamanca RTV al día.
Desde el año 2017, colabora como redactora de contenidos online en Mi Casa, Nuevo Estilo y otras revistas del Grupo Hearst, incluyendo el departamento de Branded Content. En su tiempo libre, escribe relatos de ficción y no ficción, habiendo publicado en la revista literaria Fábula, y hace fotografías de paisajismo (especialmente, de lugares donde haya flores).