Cuando la interiorista Laura Hur y su marido se mudaron a San Francisco en enero de 2019, junto con su hija de tan solo 3 meses. Como el traslado era temporal, no se plantearon en ningún momento comprar una vivienda, así que en cuanto vieron esta casa adosada de estilo victoriano, no dudaron en alquilarla. Construida entre finales del siglo XIX y principios del XX, la vivienda contaba con jardín y mucha luz natural en todas las estancias, en parte gracias a los techos de más de 3 metros de altura y a los tragaluces.
Como buena amante de las antigüedades, Laura decidió apostar por una decoración que combinase el estilo moderno con la magia de las piezas recuperadas, manteniendo elementos como la preciosa chimenea de mármol del salón. No obstante, los propietarios de la casa no dejaron al matrimonio cambiar el color de las paredes, así que tuvieron que conformarse con el beige en todas las estancias. ¿Lo bueno? Que les dieron carta blanca para reemplazar las lámparas, algo que marcó un antes y un después en la decoración. Para disgusto de Laura, los dueños tampoco le dejaron añadir papel pintado con motivos botánicos en la habitación de su hija. Para remediarlo, la interiorista colocó un estante de madera del techo y lo decoró con plantas colgantes.
Con tantas restricciones, a Laura no le quedó más remedio que apoyarse en el arte y los textiles.
En el despacho, el escritorio de madera vintage combina con una alfombra de Jean Palmer Home. Ambos contrastan con la moderna maceta de Ferm Living.
El comedor se transformó en una suerte de galería artística, dando mucha vida al espacio. Aunque hay algunas obras nuevas, como el arte textil de LRNCE o la pieza abstracta de Minted, gran parte de los cuadros se han recopilado a lo largo del tiempo, realizando un nostálgico recorrido por la vida de los propietarios.
Todo este arte se combinó con una mesa sencilla y muebles de carácter minimalista que permiten que el arte ocupe un lugar central a la vez que facilitan el paso.
Como se trata de una casa de alquiler, no se podían llevar a cabo grandes cambios. ¿La solución? Añadir una alfombra que aporta una dosis de color muy necesaria, y una mesa de madera vintage de Elsie Green, llena de carácter.
En cuanto al dormitorio principal, Laura quería que fuera extremadamente zen y libre de desorden, así que optó por un mobiliario neutral con obras de arte minimalista, instalando únicamente una pieza grande sobre la cama.
Por otro lado, el contraste entre la textura del banco y el espejo de madera junto a los textiles suaves, agrega la cantidad justa de interés visual mientras mantiene un espacio libre de estímulos, minimalista y muy relajante.
La habitación de la niña es la estancia favorita de Laura, aunque lo más importante es que a la peque le encanta y pasa mucho tiempo en ella. Su elemento favorito es la lámpara de techo Noguchi, a la que ha bautizado como su "pequeña bola de luz". También destaca la ilustración de Octavia Tomyn, encargada para la niña por su segundo cumpleaños. ''Octavia capturó a nuestra familia maravillosamente, y espero que esta pieza sea algo que mi hija se lleve consigo cuando se mude como un recordatorio de mamá y papá''.
Proyecto e información: Cortesía de Lorla Studio.
Aránzazu Díaz Huerta es experta en decoración en Nuevo Estilo, por eso ha convertido su hogar en una especie de pop up store de las últimas tendencias, y por eso disfruta tanto elaborando contenidos sobre interiorismo. Además, se lo pasa genial buscando los hoteles más originales del mundo para sorprender a sus lectores. Le apasiona todo lo que tiene que ver con el hogar, pero también la moda, la belleza, el lifestyle y las mascotas, y aunque no tiene cuenta en TikTok, no se pierde ni un solo trend.
Se graduó en Comunicación Audiovisual en 2016 en la Universidad Pontificia de Salamanca, y continuó sus estudios con un máster en Periodismo Cultural por la Universidad San Pablo CEU. En el verano de 2017, hizo el curso de Escritura Creativa en la Escuela de Escritores de Madrid. Y cuando llegó la pandemia, se refugió en el Curso Online de Periodismo Especializado en Moda, Belleza y Estilo de Vida de la revista Vogue en Condé Nast College Spain. Además, como buena cinéfila que es, ha colaborado en el libro ''El clasicismo en el cine. Una mirada intergeneracional'', de D. Pedro Sangro Colón y D. Miguel Ángel Huerta Floriano.
Antes de comenzar su trayectoria en el mundo del periodismo freelance, pasó por la Cadena Ser de Oviedo y la revista cultural El Duende. También tuvo su propia columna de opinión en el periódico Salamanca RTV al día.
Desde el año 2017, colabora como redactora de contenidos online en Mi Casa, Nuevo Estilo y otras revistas del Grupo Hearst, incluyendo el departamento de Branded Content. En su tiempo libre, escribe relatos de ficción y no ficción, habiendo publicado en la revista literaria Fábula, y hace fotografías de paisajismo (especialmente, de lugares donde haya flores).