Pia y su marido hicieron desde cero esta casa, una vivienda con un pequeño jardín que disfrutan al máximo junto a sus dos hijas. Querían una zona tranquila, rodeada de verde y, después de mucho buscar, encontraron un terreno perfecto, donde decidieron construir el hogar con el que siempre habían soñado. Encargaron el proyecto al estudio de arquitectura 31/44 Architecs, que, siguiendo los deseos de los propietarios, diseñó una vivienda de espacios amplios, abiertos y conectados, por los que fluye la luz.
La vivienda se distribuye en dos plantas. La principal se reservó para ubicar la zona de día, con un salón que se abre a la terraza, la cocina y el comedor compartiendo un espacio diáfano. Y la zona de noche está en el piso superior, con los dormitorios y sus correspondientes cuartos de baño. El paso siguiente era decorar los interiores, dotarlos de vida y personalidad propia. ¡Y se logró con creces!
Pia hizo de su casa el escenario ideal para plasmar tanto su creatividad -es diseñadora gráfica de una importante cadena de restaurantes- como su pasión por el arte, la botánica y el diseño. Basta con ver los murales pintados a mano por distintos artistas en algunas de las paredes y techos de la vivienda para darse cuenta de ello.
A la hora de escoger la gama cromática que dominaría en la casa, Pia buscó colores que funcionaran entre sí y que armonizaran, tanto con su casa como con sus emociones. Objetivo: sentirte a gusto y ser feliz. Así, en el salón jugó con verdes, rosas y fucsias, en tonos alegres, intensos y vibrantes, mientras que para los dormitorios apostó por una paleta suave, que transmitiera confort y tranquilidad. Todo, con los tonos neutros y la madera como un excelente telón de fondo, para realzar las escogidas piezas de diseño que forman parte de la decoración. El resultado: una atmósfera moderna y acogedora.
Recibidor y pasillo: Las paredes se decoraron con un mural pintado a mano por Emma Jones: delicados motivos vegetales en negro destacan sobre el fondo blanco.
En el salón, la pared de la chimenea se reservó para colocar un cómodo sillón y una mesita auxiliar.
Un mural decora la pared del salón y se convierte en punto focal.
Con la combinación de rosas y verdes en tonos intensos, en el salón se creó una atmósfera refrescante, alegre y vitalista. Un efecto visual que se acentuó con un llamativo mural, con grandes motivos florales, realizado por Emma Jones.
En la cocina, una isla, ubicada en el centro de la estancia, delimita la cocina propiamente dicha de la zona de comedor.
PRÁCTICA Y DECORATIVA: Además de usarse como elemento divisorio, la isla de la cocina acoge el fregadero y mucho almacenaje.
La madera es la gran protagonista de la cocina, ya que no solo está presente en el mobiliario, sino también en la encimera.
En uno de los dormitorios de la vivienda destaca la decoración del techo, obra del artista Nick Wakeling. El objetivo era crear una atmósfera serena y relajante, con un punto divertido.
EN EL TECHO: Distintos patrones dorados sobre fondo blanco aportan movimiento y dinamismo al espacio.
En el dormitorio principal se recreó un ambiente suave y delicado con muebles de madera clara y textiles en tonos blancos y azules.
En este baño se apostó por una estética sencilla, limpia y moderna, con sanitarios de líneas rectas y depuradas, baldosas en distintos tonos de gris y pinceladas rosas en detalles y complementos.
Las plantas llenan de color y vida cada rincón de esta casa.