Este piso de apenas 60 metros cuadrados construido en 1928 en el centro de Madrid, llevaba en desuso cerca de 20 años. Su aspecto era sumamente tenebroso: papeles pintados en paredes y techos totalmente desgarrados, revestimientos de paredes y suelos que escondían varias capas de acabados, ventanas de madera podridas, tulipas de apliques rotos, un sistema de recogida de aguas pluviales para uso en la vivienda y mucha, mucha oscuridad... 😱
Sus nuevos propietarios —una joven pareja que deseaba formar su primer hogar en el centro de Madrid—, acudieron a Espacio Concept durante el proceso de compra-venta, ya que el estado tan deteriorado de la vivienda les dificultaba ver sus posibilidades. Los objetivos estaban claros: aprovechar al máximo la superficie disponible, sanear las instalaciones de la vivienda al completo, y exprimir al máximo la luz natural. El piso constaba de dos dormitorios, un baño, una pequeña cocina, pasillo distribuidor y salón. La distribución apenas se vio alterada, ya que los requisitos de los clientes era contar con dos dormitorios: una habitación principal, y otra de invitados con cama doble. Los esfuerzos se centraron así en optimizar la zona de día, eliminando el pasillo para crear un espacio abierto que funcionase como cocina-salón-comedor y distribuidor.
En la zona de recibidor se dejó al descubierto el ladrillo visto originario del único tabique que se mantuvo en la vivienda. Para aligerarlo e integrarlo en el estilo general de la vivienda, se optó por pintarlo de blanco.
Respecto al proyecto de decoración, se optó por un estilo nórdico con predominio de pintura blanca y notas de color en textiles y en algún mobiliario.
A pesar de que la nueva propietaria quería deshacerse de todos los elementos originales del inmueble, accedió a hacer un pequeño guiño al pasado en el dormitorio principal, restaurando una de las puertas de la vivienda para utilizarla como cabecero, y pintándola en un azul turquesa que inundó de luz la estancia.
Para conseguir un plus de espacio de almacenaje en la habitación de invitados, se optó por diseñar un mueble a medida para el cabecero.
Proyecto de reforma e interiorismo: Cortesía de Espacio Concept.
Aránzazu Díaz Huerta es experta en decoración en Nuevo Estilo, por eso ha convertido su hogar en una especie de pop up store de las últimas tendencias, y por eso disfruta tanto elaborando contenidos sobre interiorismo. Además, se lo pasa genial buscando los hoteles más originales del mundo para sorprender a sus lectores. Le apasiona todo lo que tiene que ver con el hogar, pero también la moda, la belleza, el lifestyle y las mascotas, y aunque no tiene cuenta en TikTok, no se pierde ni un solo trend.
Se graduó en Comunicación Audiovisual en 2016 en la Universidad Pontificia de Salamanca, y continuó sus estudios con un máster en Periodismo Cultural por la Universidad San Pablo CEU. En el verano de 2017, hizo el curso de Escritura Creativa en la Escuela de Escritores de Madrid. Y cuando llegó la pandemia, se refugió en el Curso Online de Periodismo Especializado en Moda, Belleza y Estilo de Vida de la revista Vogue en Condé Nast College Spain. Además, como buena cinéfila que es, ha colaborado en el libro ''El clasicismo en el cine. Una mirada intergeneracional'', de D. Pedro Sangro Colón y D. Miguel Ángel Huerta Floriano.
Antes de comenzar su trayectoria en el mundo del periodismo freelance, pasó por la Cadena Ser de Oviedo y la revista cultural El Duende. También tuvo su propia columna de opinión en el periódico Salamanca RTV al día.
Desde el año 2017, colabora como redactora de contenidos online en Mi Casa, Nuevo Estilo y otras revistas del Grupo Hearst, incluyendo el departamento de Branded Content. En su tiempo libre, escribe relatos de ficción y no ficción, habiendo publicado en la revista literaria Fábula, y hace fotografías de paisajismo (especialmente, de lugares donde haya flores).