Antes y después: Una casa de pescadores rehabilitada
Nuestra lectora e interiorista María Díaz Leguina ha reformado una casa centenaria en Asturias para convertirla en el refugio perfecto para su familia.

En el centro de Figueras, un pequeño pueblo situado en el concejo asturiano de Castropol, María encontró junto a su familia una casa de piedra con más de un siglo de historia que llevaba varios años abandonada. "Desde el principio, y a pesar de su estado, comprobamos que tenía buenas posibilidades porque era muy luminosa. Las dos fachadas con ventanas tienen sol tanto por la mañana y como por la tarde", explica esta interiorista con buen ojo que supo ver más allá de la carcoma de las vigas, de la distribución poco funcional, los techos bajos y cubiertos de madera oscura, los interiores poco luminosos y las humedades.
La reforma fue completa. "Lo primero que planteamos fue un cambio de distribución de toda la casa, trasladando la cocina a la planta baja, las habitaciones a la primera junto con los dos baños y el patio, el salón en el tercer nivel (más luminoso y caliente) y por último la buhardilla, en el desván". La entrada con la cocina fue el espacio que más problemas dio, "debido a la poca altura, la ausencia de vigas y la poca luz, porque que entraba por la puerta de entrada y una ventana. Un espacio con poca gracia", expone. Ella consiguió darle luz y carácter rebajando los suelos, dejando la piedra a la vista y colocando un damero azul y blanco para hacerlo más amplio visualmente.
En el resto de la casa, pintó las paredes y los techos de blanco roto para hacerlos más claros, derribó tabiques para abrir las estancias, diseñó algunas piezas a medida que se adaptan al trazado original de la vivienda y consiguen aprovechar cada rincón. La decoración es cálida y acogedora, con guiños al estilo rural y mucha madera que ha actualizado con materiales y estampados más actuales y atrevidos. La casa perfecta para desconectar.


Una casa de 1930 antes y después de la reforma

De casa okupa a casoplón en San Sebastián

Increíble antes y después de un baño de 2,5 m2

Una cocina en color rosa con estilo rústico chic