Cuando nuestro lector Sebastián Gallego se puso en contacto con nosotros, la emoción podía palparse en sus palabras, y no era para menos: acababa de completar la decoración de su piso de 60 m2 en la zona de Cuzco, Madrid.
Tras seis largos años en los que pasó por cinco pisos diferentes, este cordobés de 29 años afincado en Madrid, sabía que había llegado el momento de encontrar un hogar más luminoso en el que pudiera dar rienda suelta a su pasión innata por la decoración. Tal y como nos cuenta, ''recuerdo de pequeño esperar los catálogos de IKEA como se levanta un niño la mañana de Reyes y hacer presupuestos de lo que quería en mi casa''.
Al vivir lejos de su ciudad natal, fue consciente de lo importante que es tener una casa bonita y acogedora, así que empezó a coleccionar muebles y distintas piezas decorativas según le permitían sus posibilidades. ''Lo que hacía era ahorrar para una pieza concreta, vender la mesa de centro low cost, por ejemplo, y comprarme una algo mejor'', comenta.
Como se trata de un piso de alquiler (todo exterior, por cierto), Sebastián tuvo que pedir permiso para pintar puertas, marcos, armarios y cierres de ventanas de blanco. La cocina, que como él dice, ''era epicentro de cualquier enfermedad'' 😂, se cambió entera salvo los electrodomésticos, y añadió unas placas doradas de IKEA para darle un toque glam.
En el recibidor quiso aglutinar casi todos sus libros y su colección de cuadernos en blanco, los cuales adquiere siempre que va de viaje.
Otra clave de esta zona es la tinaja, que llenó de plumeros para que hubiese un foco de distracción al entrar y la mirada se desviase al salón.
La vivienda, además de dos terrazas, tiene un mini pasillo que Sebastián utiliza como una galería donde expone las piezas que ha ido comprando a lo largo de los años: postales, obras como un descarte de Mari Quiñonero, o un cartel francés que adquirió en Bruselas el verano pasado.
La pieza central del salón es el sofá. A partir de ahí, la estancia se transformó en un lienzo en blanco al que ha ido añadiendo grises, negros, ocres y verdes.
Para aportar un toque de color y alegría, Sebastián compró una fresquera en Wallapop y la pintó de amarillo. El mueble bar de los años cincuenta, es uno de sus favoritos: pasó más de un año negociando su precio hasta que llegó a un acuerdo con el vendedor. ¡Eso sí que es pasión por la decoración!
La mesa de comedor apareció tras otro año de búsqueda. Tiene el tamaño perfecto y la madera es de gran calidad, con la ligereza visual que le otorga el canto biselado. Las sillas las compró en el Mercado de Motores el fin de semana antes del confinamiento, y las tapizó a su gusto. El mueble de madera de raíz fue otro regalo de su amiga Ana, también entre sus favoritos. Lo utiliza para guardar las vajillas antiguas que encuentra cada domingo en el Rastro.
Por otro lado, Sebastián nos cuenta que le gustan especialmente los dos espejos, también de los años cincuenta con el mismo marco y las mismas estrellas, pero en distinto tamaño (y adquiridos en tiendas diferentes, ¡alucina!).
La cama, en opinión de Sebastián, siempre tiene que vestirse de blanco. De hecho, toda su ropa de cama es blanca y le encanta combinar distintos juegos.
La mesita de noche, que en realidad es una tele antigua, fue un regalo de Reyes y la adora. La otra mesita es una cómoda que restauró y pintó él mismo.
Al contrario que en el resto de la casa, a Sebastián le gusta que las paredes del dormitorio se mantengan lo más libres posible. El cuadro que preside la cama es de un anticuario y sus iniciales están bordadas en lino beige. ¡Todo un detallazo!
ASÍ ESTABA ANTES DE LA REFORMA
Información: Cortesía de Sebastián Gallego.
Aránzazu Díaz Huerta es experta en decoración en Nuevo Estilo, por eso ha convertido su hogar en una especie de pop up store de las últimas tendencias, y por eso disfruta tanto elaborando contenidos sobre interiorismo. Además, se lo pasa genial buscando los hoteles más originales del mundo para sorprender a sus lectores. Le apasiona todo lo que tiene que ver con el hogar, pero también la moda, la belleza, el lifestyle y las mascotas, y aunque no tiene cuenta en TikTok, no se pierde ni un solo trend.
Se graduó en Comunicación Audiovisual en 2016 en la Universidad Pontificia de Salamanca, y continuó sus estudios con un máster en Periodismo Cultural por la Universidad San Pablo CEU. En el verano de 2017, hizo el curso de Escritura Creativa en la Escuela de Escritores de Madrid. Y cuando llegó la pandemia, se refugió en el Curso Online de Periodismo Especializado en Moda, Belleza y Estilo de Vida de la revista Vogue en Condé Nast College Spain. Además, como buena cinéfila que es, ha colaborado en el libro ''El clasicismo en el cine. Una mirada intergeneracional'', de D. Pedro Sangro Colón y D. Miguel Ángel Huerta Floriano.
Antes de comenzar su trayectoria en el mundo del periodismo freelance, pasó por la Cadena Ser de Oviedo y la revista cultural El Duende. También tuvo su propia columna de opinión en el periódico Salamanca RTV al día.
Desde el año 2017, colabora como redactora de contenidos online en Mi Casa, Nuevo Estilo y otras revistas del Grupo Hearst, incluyendo el departamento de Branded Content. En su tiempo libre, escribe relatos de ficción y no ficción, habiendo publicado en la revista literaria Fábula, y hace fotografías de paisajismo (especialmente, de lugares donde haya flores).























