El Vallín de Lan, que toma su nombre de un Valle situado en los montes de la localidad leonesa de Cerezales del Condado, es una antigua casa con más de un siglo de historia que ha sido reformada manteniendo su estructura original.
Cuenta con una superficie total de 250 m2 de parcela, en la que se alza este refugio de 110 m2. Distribuida en dos plantas y un porche, consta de tres habitaciones, cocina comedor, salón, dos baños completos y jardín con zona de descanso.
De arquitectura tradicional, está construida utilizando materiales de la zona. Podemos observar en sus muros la técnica de mampostería en la que se usó únicamente mortero compuesto de barro y paja, uniendo piedras o mampuestos y escogidos uno a uno para que el conjunto mantenga la estabilidad.
A lo largo del último siglo, el uso de la casa ha sido variado, se intuye, quizás, que pudo ser utilizada como vivienda, pero en el último medio siglo actúo principalmente, como cuadra y pajares.
En el año 2014 se inicia su restauración, finalizando en 2018. Manteniendo su estructura original y su distribución exterior, se reemplaza la cubierta en su totalidad, se limpia la mampostería y se sella utilizando mortero de cal, cemento blanco y arena.
Esta mezcla se utiliza también en el revoque de las paredes, imitando el color blanco del que se tiene recuerdo. En su interior se mantiene visible, en la medida de lo posible, la mampostería en los cimientos y el adobe, y se reconstruye el entresuelo utilizando madera y vigas de pino laminado.
Una de las premisas principales de esta intervención fue permitir el paso de luz natural en todas las estancias, por lo que se recurrió a grandes ventanales con perfilería en aluminio y acabado en madera que garantizan el aislamiento. Una luminosidad que se potenció al máximo al haber pintado todas las paredes y las carpinterías de blanco.
En la cocina, al igual que en el resto de la vivienda, se puede apreciar perfectamente esta convivencia entre lo nuevo y lo antiguo. En este espacio se ha conseguido una conexión perfecta entre el diseño a medida, en el que priman innovación, funcionalidad, diseño y confort, y el estilo rústico del Vallín.
De concepto abierto, y compartiendo espacio con la cocina, el comedor completa la estancia. La separación entre ambos ambientes se consigue con una mimada decoración en la que no faltan elementos rústicos cuidadosamente restaurados, y toques vegetales que integran el espacio con el jardín exterior.
En los dormitorios y la escalera de acceso a la segunda planta, se puede apreciar claramente la utilización y convivencia entre los muebles diseñados y fabricados por los propietarios, y las piezas elegidas por ellos mismos.
Cada dormitorio está decorado con un estilo distinto: el de la planta baja es más clásico; uno de los dos dormitorios de la segunda planta, más juvenil, con aires nórdicos; y el dormitorio principal es de estilo más clásico y campestre.
El alojamiento cuenta con dos baños con ducha, uno en cada planta.
De césped y piedra es el jardín de El Vallín, con zona de lectura y descanso.
Al respetar la belleza estructural de la casa y rehabilitarla con mucho mimo, sus propietarios han logrado que luzca sus años con estilo, convirtiéndola en el refugio ideal para pasar las vacaciones.
Información y fotografías: Cortesía de Casa Rural El Vallín de Lan
Aránzazu Díaz Huerta es experta en decoración en Nuevo Estilo, por eso ha convertido su hogar en una especie de pop up store de las últimas tendencias, y por eso disfruta tanto elaborando contenidos sobre interiorismo. Además, se lo pasa genial buscando los hoteles más originales del mundo para sorprender a sus lectores. Le apasiona todo lo que tiene que ver con el hogar, pero también la moda, la belleza, el lifestyle y las mascotas, y aunque no tiene cuenta en TikTok, no se pierde ni un solo trend.
Se graduó en Comunicación Audiovisual en 2016 en la Universidad Pontificia de Salamanca, y continuó sus estudios con un máster en Periodismo Cultural por la Universidad San Pablo CEU. En el verano de 2017, hizo el curso de Escritura Creativa en la Escuela de Escritores de Madrid. Y cuando llegó la pandemia, se refugió en el Curso Online de Periodismo Especializado en Moda, Belleza y Estilo de Vida de la revista Vogue en Condé Nast College Spain. Además, como buena cinéfila que es, ha colaborado en el libro ''El clasicismo en el cine. Una mirada intergeneracional'', de D. Pedro Sangro Colón y D. Miguel Ángel Huerta Floriano.
Antes de comenzar su trayectoria en el mundo del periodismo freelance, pasó por la Cadena Ser de Oviedo y la revista cultural El Duende. También tuvo su propia columna de opinión en el periódico Salamanca RTV al día.
Desde el año 2017, colabora como redactora de contenidos online en Mi Casa, Nuevo Estilo y otras revistas del Grupo Hearst, incluyendo el departamento de Branded Content. En su tiempo libre, escribe relatos de ficción y no ficción, habiendo publicado en la revista literaria Fábula, y hace fotografías de paisajismo (especialmente, de lugares donde haya flores).