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En un pequeño rincón de Manises, Valencia, el antiguo arte de la cerámica renace bajo las manos de Danae Marín, fundadora de Can Betelgeuse Studio. Sus expertas manos han traído de vuelta las icónicas lámparas de cerámica de la región, revitalizado así un oficio casi olvidado con un toque moderno y artesanal que respeta profundamente la tradición. Para Danae, cada pieza es más que una lámpara: es un homenaje a los oficios artesanales de antaño, una conexión entre generaciones y una manifestación de su pasión por la restauración.
El camino de Danae hacia el mundo artesanal no fue directo. Pese a haber crecido rodeada de arte y antigüedades, su carrera profesional comenzó en un terreno completamente distinto: la consultoría estratégica y la banca. Durante más de una década, escaló posiciones en este mundo corporativo, pero a pesar del éxito, algo faltaba. Finalmente, decidió escuchar a su verdadera vocación. “Había dejado de llenarme”, dice Danae al recordar su transición. Y fue esa necesidad de redescubrir su pasión lo que la llevó a colgar el traje de ejecutiva y tomar un pincel y un torno de cerámica.
Lo que comenzó como un proyecto personal, restaurando lámparas para su propia casa y amigos, pronto se transformó en un sueño más grande: devolver a la vida las lámparas de Manises. Estas piezas, que alguna vez adornaron los hogares españoles, habían desaparecido de la producción hacía décadas. Pero con la visión y la perseverancia de Danae, Can Betelgeuse ha conseguido no solo restaurarlas, sino también reeditarlas, creando versiones modernas y exclusivas que han capturado la atención de amantes del diseño en todo el mundo.
Un viaje a la raíz de la tradición
El proceso de recuperación no ha sido sencillo. Los moldes originales de las lámparas se perdieron hace tiempo, lo que obligó a Danae y a su equipo de ceramistas locales a empezar de cero. “Lo más bonito es que trabajamos codo a codo con ceramistas que llevan desde niños dedicándose a esto, y que han visto cómo el oficio se iba perdiendo”, comenta Danae. Estos artesanos, descendientes de los fabricantes originales de Manises, han jugado un papel fundamental en la creación de cada pieza.
Cada lámpara de Can Betelgeuse es completamente única. Cada pétalo, hoja y fruto de las lámparas es esculpido a mano, una tarea que respeta el ritmo lento y meticuloso del trabajo artesanal. Además, los clientes tienen la posibilidad de personalizar el color de las piezas, eligiendo entre una paleta de pigmentos tradicionales de la región.
Para Danae, la clave está en mantener una producción pequeña y sostenible. Cada lámpara es una pieza de alta artesanía, destinada a ser un objeto exclusivo y atemporal. “Respetamos los procesos originales, siendo siempre respetuosos con el medio ambiente. Queremos que nuestras piezas representen el valor real de lo hecho a mano”, explica.
Innovación y expansión
Aunque el corazón de Can Betelgeuse está en la tradición, Danae no teme experimentar con nuevos diseños. Las lámparas no solo han ganado en elegancia y finura en comparación con los modelos antiguos, sino que también han llegado a otros públicos con la creación de líneas como Manises Kids, pequeñas lámparas diseñadas para los más jóvenes, con el objetivo de inculcarles desde temprana edad el amor por el arte y la artesanía.
El éxito de su trabajo no ha pasado desapercibido. Las lámparas de Danae han conquistado el mercado español, colaborando con prestigiosos estudios de interiorismo como Sine Nomine y MED Interiorismo, y también el internacional. Recientemente, Can Betelgeuse ha cruzado las fronteras, instalándose en Londres, en la exclusiva tienda Bonadea.
Un futuro brillante para la artesanía española
A pesar del crecimiento internacional y el éxito comercial, Danae sigue comprometida con su visión inicial: rescatar un oficio que estaba al borde de desaparecer y hacer que el mundo lo valore de nuevo. “Este proyecto no va solo de cerámica, va de respetar los oficios y las tradiciones”, afirma. Y su mayor logro, sin duda, es haber devuelto a la cerámica de Manises el lugar que le corresponde, no solo en los hogares españoles, sino en el panorama del diseño contemporáneo.