- La cerámica artesanal de Bonjour que nos invita a disfrutar más de la casa.
- La firma de porcelana portuguesa Vista Alegre cumple 200 años en 2024.
- El azulejo de Delft es un detalle histórico que los interioristas siguen amando después de 400 años.
El torno es una máquina muy peligrosa, tienes que estar muy concentrado. Pero cuando lo enciendo es como si lo demás se apagara. El resto del mundo no existe”. Aitor Martínez habla con una ilusión de su trabajo, tornero de madera, que resulta contagioso. De madre vasca y padre gallego, este guipuzcoano de 54 años ha logrado hacer de su pasión su modo de vida y fue finalista del Premio Nacional de Artesanía en 2022, con apenas un año dedicado a ello a tiempo completo. “Para mí fue un sueño y la confirmación de lo que hago”, nos cuenta desde su taller en Figueiro, una pequeña parroquia del pueblo de Tomiño (Pontevedra) desde el que ve el río Miño y la frontera con Portugal.
Aunque comenzara como profesional recientemente, su amor por modelar este material viene de mucho más atrás: comenzó a trabajar de carpintero con apenas 22 años y, como por cosa del destino, volvió a redescubrir la madera (esta vez a pequeña escala) años después en un curso de diseño de juguetes artesanales. Una vez en Galicia, se dedicó a cultivar este noble elemento en el diseño interior de barcos de alta gama. “Cuando empecé en los barcos, por ejemplo, ya tenía más de 30 años. Me encontré con gente más joven que sabía mucho más que yo. Creo que eso ha sido una constante en mi carrera, nunca se me han quitado las ganas de aprender”, resalta. Precisamente esa pasión por el aprendizaje le llevó a dominar, de la mano del artesano Adrián Peña, algo que ha marcado su obra: el torno. "Ser tornero es una profesión en sí misma. Es interesante porque mientras con el barro vas añadiendo, en el caso de la madera lo que quitas no lo puedes volver a poner". Poco después consiguió acceder a la prestigiosa Escuela Escoulen, un exclusivo centro de estudios para ebanistas situado en la localidad francesa de Aiguines que solo acepta a siete alumnos por curso. "Es como que te diera clase Nadal", aclara. Su determinación, una vez más, fue clave. En lugar de hacer la entrevista por videoconferencia, Aitor fue hasta allí solo, en coche y sin apenas saber inglés. "Creo que se dieron cuenta de que tenía tantas ganas y motivación que me dieron una plaza", cuenta entre risas.
Sin embargo, a pesar de una formación incontestable, hay algo muy especial en sus piezas que no se logra con la técnica. En sus esculturas, cuencos o platos es clave un sexto sentido que le hace jugar sutilmente con las texturas o la luz. Aquí quien manda es esa materia que tan bien conoce. "Me gusta darle protagonismo a la madera porque, como habitualmente la trabajo verde, es algo vivo. Pido permiso a la propia pieza para que sea lo más bonita posible y que, además, a cada persona le cuente una cosa diferente". ¿Su próximo aprendizaje? El chorreado de arena, una técnica abrasiva para crear una serie de texturas que apenas se trabaja en nuestro país. Promete obras todavía más personales. "Me va a llegar ahora la máquina y estoy loco con ello", cuenta con la misma ilusión del primer día.
Eduardo Infante es periodista especializado en estilo de vida, concretamente en temas de diseño, interiorismo, arquitectura, artesanía y decoración.
Desde hace casi una década ha centrado su carrera en seleccionar y escribir sobre las novedades más interesantes en estos campos: desde la reforma de una vivienda a la inauguración de un nuevo hotel, pasando por la última colección de muebles outdoor o el lanzamiento de un libro especializado.
Licenciado en Periodismo en la Universidad del País Vasco, antes de formar parte del equipo de Elle Decor España ha trabajado como redactor en AD España, la revista Tentaciones o la agencia Europa Press. Como colaborador, su firma ha sido habitual en medios como El País, Arquitectura y Diseño, Vanity Fair o El Confidencial.
Además de su trabajo como periodista, Eduardo Infante ha trabajado como consultor de comunicación y content curator para estudios de interiorismo y arquitectura y como copy creativo para marcas del sector. También ha impartido clases en varios cursos dirigidos a profesionales del interiorismo y es profesor de la asignatura de Comunicación de Proyecto en el Máster de Interiorismo de IED Madrid.
En sus ratos libres, se declara fan fatal de Los Simpson, los podcasts de true crime, la música Italo Disco y el vermut.