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La palabra árabe Fayy al-Lawz significa "Puerta del collado de los almendros", una de las seis puertas de acceso al amurallado Albaicín, concretamente en la parte más alta, lugar donde se establecen los alfareros y ceramistas, con sus actividades artesanales y artísticas. La cerámica de Fajalauza, aún siendo de corte popular, ha suscitado a lo largo del tiempo gran interés en la sociedad y en el gremio de profesionales de la cerámica, dando paso a la manifestación de un arte genuinamente granadino, con más de quinientos años de historia. Tal es así que sus recipientes, platos, lebrillos, etc., se consideran elementos representativos de la ciudad. El estilo y señas de identidad de la cerámica de Fajalauza han permanecido invariables y se han caracterizado por el vidriado estannífero (con componente de estaño) y la decoración en azul-agrisado de cobalto, verde de cobre y negro-morado de manganeso, con dibujos de motivos vegetales –con el protagonismo de la granada, pájaros, lacerías y motivos heráldicos.
La primera mención que se ha podido encontrar en los documentos data de 1517, haciendo alusión a los olleros, es decir, los alfareros. Sin embargo, éstos ya aparecen mencionados en una Real Cédula de 1492. Estos artesanos populares, que siguieron trabajando tras la Conquista, fueron moriscos, de los que en algunos casos conocemos su nombre gracias a la documentación. El más significativo es el de Hernando Morales, antepasado de la misma familia que actualmente sigue siendo propietaria de los talleres de Fajalauza con sus piezas cerámicas.
En el siglo XVI, la ciudad de Granada contaba con 37 talleres de olleros, que en el siglo XVIII, según el Catastro de Ensenada, habían quedado reducidos a 10, decrececiendo todavía más en el siglo XIX contando sólo 8. Uno de estos talleres será el de la familia Morales que, ante la necesidad de preservar y continuar con la tradición iniciada hace más de quinientos años por su antecesor Hernando de Morales en la fabricación de la loza popular granadina, crea en el siglo XXI la Fundación Cerámica de Fajalauza Cecilio Morales, a día de hoy Fundación Fajalauza. La Fundación Fajalauza pretende proteger y conservar la tradición artística y artesanal de esa cerámica transmitiendo dicha herencia a toda la ciudadanía como patrimonio cultural inmaterial y memoria colectiva.